MUY SINTOMÁTICO resultó que el domingo 9 de noviembre, tras el informe de gobierno del mandatario de Tabasco, Arturo Núñez, el líder nacional del PRD, Carlos Navarrete no figurara entre los invitados a la comida a la que se convocó a liderazgos y personalidades nacionales y estatales, nos hacen notar algunos perredistas.

En la mesa principal sí estuvo en cambio el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, además de Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez - y hasta la vocera del partido, Amalia García- pero de Navarrete nada se supo.

Pese a señales como la de Tabasco, la dirigencia nacional había venido insistiendo que la relación con Cárdenas estaba bien y que había sido escuchado por el presidente nacional del partido en algunas ocasiones, no advirtieron - o no quisieron aceptar- que el ambiente se estaba calentando y que a la crisis que vive el partido vendría a sumarse la demanda del líder histórico, y uno de los fundadores del PRD, de que Navarrete renunciara.

Nos aseguran que el sábado pasado algunos de los fundadores analizaban la posibilidad de salir del partido, pues coinciden entre ellos en que es insostenible la presencia de Navarrete y dirigentes que encabezan al PRD.

Ahora la pregunta es si estos fundadores esperarán hasta el 29 de noviembre, como plantea Navarrete, para saber si el Consejo Nacional perredista apoya la propuesta del ingeniero Cárdenas de que dimita el líder nacional y todo el Comité Ejecutivo, o abandonan el partido antes.