No está solo el operador financiero de los Chuchos, el diputado Luis Espinosa Cházaro, quien maneja dineros de la corriente Nueva Izquierda, tiene gustos finos por los relojes y los autos y posee un restaurante en Polanco.

A partir de que Bajo Reserva le dio a conocer que Cházaro, como lo dicen los perredistas, tiene el control de los recursos de la corriente NI, han salido los nombres de otros personajes que realizan operaciones financieras y negocios de la tribu, nos alertan.

Entre legisladores perredistas mencionan a Carlos Zambrano, hijo de Jesús Zambrano, ex presidente nacional del partido, de realizar los "trabajos" de propaganda del PRD, obvio donde hay negocio. Otro de los nombres que manejan es el de Carlos Mandujano, encargado del marketing político. Otra más es Telma Guajardo, quien tiene a su cargo el manejo de los inmuebles de los líderes de la corriente, nos reportan.

Zambrano niega categóricamente esas versiones y dice que sus hijos no tienen qué ver con cosas del partido, y mucho menos con asuntos referentes a negocios del PRD.

Mandujano asegura que nunca ha hecho trabajo de marketing político para el partido, pero confirma que es socio de Cházaro en el Centro de Negocios Chazor, en el que se encuentra el lujoso restaurante de vinos y puros en Polanco.

Bajo este esquema, los integrantes de NI están haciendo "negocios" con dineros del partido pero también con otros recursos que no son transparentes y cuya procedencia alarma a otros grupos del partido, nos comentan.

Después del caso Iguala, nos dicen, donde los Chuchos apoyaron la candidatura del hoy ex alcalde José Luis Abarca, acusado de asesinato y delincuencia organizada y señalado como el que dio la orden para la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, hay muchos cuestionamientos y datos al interior perredista sobre la actuación de los Chuchos.