Una segunda llamada de atención prendió los focos rojos la noche del martes en el PRD. El repudio de estudiantes de la UNAM al ex presidente nacional, Jesús Zambrano, motivó una preocupación en el partido: alumnos increparon e insultaron al sonorense por la muerte de seis personas y la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, hechos ocurridos la última semana de septiembre.

El costo que el PRD está pagando por las presuntas acciones criminales del ex alcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, y la actitud de defensa que el partido asumió en principio con el hoy gobernador con licencia Ángel Heladio Aguirre Rivero, han pegado fuertemente en la imagen y en la línea de flotación del partido de izquierda, nos comentan.

En pocas semanas los actos de rechazo a dirigentes se han repetido en espacios públicos. La primera llamada ocurrió el pasado 8 de octubre, cuando manifestantes agredieron físicamente y verbalmente al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, durante una marcha masiva en apoyo a las familias de los normalistas desaparecidos. Algunos manifestantes le gritaron "traidor" al fundador del PRD, quien tuvo que salir por piernas del zócalo del DF.

La tarde del martes, los insultos subieron de tono y universitarios gritaron "asesino" a Zambrano, quien participó en un foro organizado por la Facultad de Derecho de la UNAM. El ex presidente del PRD tuvo que salir de Ciudad Universitaria a paso veloz, en medio de una lluvia de reproches e insultos.

Las alertas, nos dicen, tienen que ver con el hecho de que los espacios públicos naturales de la izquierda se están cerrando. Antes, los líderes perredistas entraban en esas zonas sin muchos problemas, pero hoy comienzan a ser hostiles para el perredismo. Todo por el caso Iguala.

Y falta lo que está por venir: las elecciones intermedias de 2015, nos hacen notar.