Los casos de Iguala y Tlatlaya deberían avergonzar a las autoridades mexicanas, consideró José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch.

Manifestó que en ambos acontecimientos, pese a su extrema gravedad, hay paralización, lentitud, negligencia, improvisación, obstrucción de la justicia y encubrimiento por parte de todos los niveles de gobierno.

En conferencia de prensa, Vivanco señaló que la reacción del presidente Enrique Peña Nieto ante estos acontecimientos ha sido lenta y mala, por lo que "la imagen de su gobierno está por los suelos".

Dijo que hechos como el de Iguala son un síntoma de una crisis profunda que ha arrastrado México en materia de derechos humanos y seguridad pública desde hace años, que el gobierno mexicano no ha querido atender por estar más preocupado por su imagen.

Al referirse al caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, el director de la División de las Américas de HRW dijo que hubo una falta de reacción inmediata por parte de las autoridades locales y federales para que no se consumara el secuestro y desaparición forzada de los jóvenes.

"El presidente Peña Nieto reaccionó a los cuatro días de ocurridos los hechos y hace tarde y mal porque se refirió al problema como si fuera de Guatemala, pero es México. El debió disponer en ese momento de todos los medios y recursos para impedir la consumación de los hechos", expresó.

Resaltó que el supuesto compromiso expresado por el gobierno mexicano de buscar y encontrar con vida a las personas desaparecidas no se está reflejando en los hechos, puesto que sólo ha habido una "improvisación permanente" y han sido los familiares y las organizaciones civiles las que han tenido que asumir la responsabilidad del Estado al emprender las acciones de búsqueda de las víctimas.

Destacó que la impunidad, que tampoco ha sido atendida, es una de las raíces de la actual situación porque no hay en prisión ningún responsable de desaparición forzada en el país.

Dijo que la falta de sanción ejemplar propicia hechos como el de Iguala "donde los policías tenían licencia para matar y secuestrar".

Al referirse al caso Tlatlaya, Vivanco manifestó que pese a que se responsabiliza de la ejecución de por lo menos 15 civiles a soldados rasos,"hay un teniente responsable del encubrimiento que durante tres meses engañó al país y a la comunidad internacional haciéndolas creer que todas las personas habían muerto en un enfrentamiento".

El equipo de HRW vino de visita a México con el propósito de documentar ambos casos y reunirse con autoridades, familiares y organizaciones civiles.