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El Senado de la República avaló anoche la reforma constitucional en materia energética. El dictamen aprobado en el pleno incluyó dos cambios fundamentales, uno para sacar definitivamente al sindicato petrolero del Consejo de Administración de Pemex, y otro en el que se agrega el concepto “entre otras” a las modalidades de contratación ya previstas.

El cambio a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución fue aprobado por 95 votos a favor de los senadores del PRI, PAN y PVEM; y 28 en contra del bloque del PRD, PT y MC, además de dos panistas: Javier Corral y Ernesto Ruffo Appel.

La reforma permite que empresas privadas participen en el sector energético, a través de los contratos de servicios (que el Estado pagará con efectivo); de utilidad compartida (en que el Estado compartirá un porcentaje de la utilidad); de producción compartida (que el Estado repartirá con la empresa un porcentaje de la producción obtenida) y contratos de licencia, con la transmisión onerosa de los hidrocarburos, en que la empresa tendrá que pagar por el producto, una vez que hayan sido extraídos del subsuelo.

A pesar de esa variedad, se mantuvo la prohibición a otorgar concesiones, y que Pemex pueda verse favorecido con la llamada “ronda cero” para elegir los proyectos que más le convengan.

Al cierre de la edición, luego de casi 12 horas de sesión, el pleno discutía la reserva de artículos en lo particular, que se esperaba se prolongue hasta las primeras horas de este miércoles, debido a que el PRD anunció la reserva de todo el articulado, incluidos los 21 transitorios.

La reforma energética se turnará a la Cámara de Diputados.

El sindicato, fuera

Antes de la votación en lo general, senadores del PRD se manifestaron y colocaron una gran manta con la leyenda “No a la privatización de Pemex y la CFE”; esto, cuando Manuel Camacho Solís (PRD) acercó una tableta electrónica a los micrófonos de la tribuna con el audio delgeneral Lázaro Cárdenas, cuando decretó la expropiación petrolera.

Otra pancarta rezaba: “Quien empieza comprando la Presidencia termina traicionando a la patria”. Posteriormente los perredistas cantaron el himno y se retiraron para continuar con la sesión.

De acuerdo con el paquete de cambios avalados de última hora por las juntas directivas de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos Primera, y posteriormente aprobados por el pleno, se confirmó la salida del sindicato petrolero del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos —como adelantó ayer EL UNIVERSAL— y se dio plazo de dos años para que Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se conviertan en “empresas productivas del Estado” y en tanto se lleve a cabo esa transición, Pemex y sus empresas subsidiarias podrán realizar los contratos y licencias referidas.

Además se eliminó la obligación al jefe del Ejecutivo de presentar al Congreso un programa de substitución de subsidios generalizados por subsidios focalizados.

“Entre otras”

La modificación de última hora del dictamen provocó suspicacias de la izquierda, ya que en el artículo cuarto transitorio, donde se da un plazo de 120 días naturales luego de que entre en vigor el decreto para que el Congreso apruebe la ley secundaria para regular modalidades de contratación, de servicios; de utilidad o producción compartida, o de licencia, se agregó el término “entre otras”.

La vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna, y el secretario de la Comisión de Energía, Rabindranath Salazar, también del PRD, consideraron que abrirá las concesiones. También se cambió la palabra “deberán ser” por el de “podrán ser” lo que a decir de panistas obliga a emitir la regulación para las modalidades de contratación, y al agregarse “entre otras” se abre la puerta a otras opciones que puedan surgir en el futuro.

Padierna criticó que los cambios no hayan sido aprobados por las comisiones dictaminadoras, y sólo se presentaron al principio de la sesión donde fueron avalados a mano alzada por el pleno.

Abren el fondo

Se cambió el nombre al fondo petrolero que ahora será “para la Estabilización y el Desarrollo”, el cual recibirá ingresos provenientes del petróleo, salvo impuestos, y se definió cómo los distribuirá.

Se permitió que el gobierno federal reciba 4.7% del PIB cada año, correspondiente a los ingresos petroleros para cubrir el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), como pago de derechos.

Además, cuando las inversiones en ahorro sean mayor a 3% del PIB podrán destinarse 10% al fondo para el sistema de pensión universal, y a becas para universidades y posgrados.

Se avaló que si se reducen los ingresos por una caída del PIB, la Cámara de Diputados pueda tomar recursos del ahorro público del petróleo de largo plazo para el PEF. Otro cambio fue que los órganos reguladores (Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía) trabajen coordinados, y que Pemex tenga 90 días para decidir en qué proyectos trabajar, y no en 60 como estaba estipulado.

En la reforma energética se mantuvo que las empresas puedan reportar para efectos contables y financieros la asignación o contratos y sus beneficios esperados, siempre y cuando se estipule que el petróleo y los hidrocarburos son propiedad de la nación.