Como  si se tratara de la película “palomera”  a la que hace referencia  el título de este reporte,  llegar a la sede elegida por la plataforma de NookMX, ubicada en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, implicó sortear mil y un obstáculos: corredores fantasmagóricos iluminados con atuendos fosforescentes, baches interminables, montículos de tierra, piedras por doquier y coches estacionados en doble, qué digo doble, ¡triple fila!, bajo una fuerte lluvia capitalina. Todo para conseguir acceder a este acontecimiento que, sin duda alguna,  ha marcado la diferencia en la presentación de las tendencias mexicanas.

En esta ocasión, el reciento ya mencionado fue el marco para exhibir  las colecciones Otoño/Invierno 2015-16 de Yakampot, Cihuah, Alfredo Martínez y Kris Goyri a un heterogéneo publico  conformado por actrices de televisión, socialités, “esposas de…”, compradores de almacenes departamentales, editores, bloggers y fans de todos los anteriores. A continuación, una apreciación de lo presentado.

Yakampot 

y la ruta del 

minimalismo evolutivo 

Mostrando una madurez contundente, Francisco Cancino, director creativo de este sello, presentó sus tendencias de una manera más destilada. Atrás quedaron los impresionantes abrigos de lana y las magnificas botas mostradas un año atrás. Su nueva colección, aunque de excelente manufactura, se limitó a piezas sumamente sencillas con siluetas holgadas  en una variación de túnicas largas y cortas de algodón, chalecos de lana con discretos  detalles en los bordes y algunas prendas de piel, cerrando el desfile con una serie de elegantes y coloridos vestidos de   chiffon .

Alfredo Martínez: 

un cambio inesperado

Conocido sólo por una élite de editores y estilistas de moda, el creador oriundo 

de Guadalajara debutó en esta plataforma para conseguir una  mayor penetración en el mercado nacional. Desde el principio, lo que ha caracterizado a su trabajo son los buenos terminados y la depuración de adornos y estampados; sin embargo, en esta ocasión experimentó con estos últimos, sobresaturando una antología que podría haber dicho mucho sin tanta información. ¿Quiso, tal vez, salir de su zona de confort? Sus piezas fueron modernas y sencillas, aunque reiterativas, y los diversos gráficos pudieron haberse evitado para beneficio de la colección. 

Cihuah

y su lección de geometría

Vanessa Guckel, quien gracias a su formación como arquitecto sabe plasmar la pureza de las líneas, trasladándolas a las prendas, rediseñó la silueta y, más que ocultarla, formó un marco para rodearla, guardando un espacio entre la piel y la prenda. Para lograrlo utilizó materiales sintéticos que, al manipularlos, adquirieron formas geométricas. Ponchos en mesh, túnicas con cortes asimétricos, tops trapezoidales y chalecos con aplicaciones de piel conformaron una colección sobria y con gran potencial para combinarse entre sí. Sin duda, una línea que, aunque de corte internacional, no dijo mucho sobre la identidad mexicana. 

Kris Goyri: 

Discoteque Barragán

Aun cuando el comunicado de prensa  indicaba que su principal fuente de inspiraciónfueron  los espacios de Luis Barragán, las propuestas presentadas para el próximo otoño enfatizaron el contraste de materiales, los escotes, los estampados y el brillo, todo ello trasladado al Acapulco de los años 70, lo cual poco o nada tenía que ver ni con la sencillez ni con el invierno. Se trató de una colección variada con buenas piezas (aunque aisladas), pero con poca coherencia entre sí, mostrando a un Goyri poco enfocado, apresurado, ansioso e impaciente, quien necesita ordenar sus ideas para obtener conceptos más precisos.