La pantalla utilizada en la reunión privada de la cúpula panista marcó el cobro de facturas al ex presidente Felipe Calderón: sólo 12 votos de 58 respaldaban la propuesta de que la ex primera dama Margarita Zavala se hiciera de una candidatura a diputada por la vía plurinominal, nos cuentan.

La lectura del resultado hacia dentro del panismo es el debilitamiento de don Felipe, quien ni siquiera acudió a la reunión de la Comisión Permanente a votar por su esposa, a defender sus aspiraciones políticas, nos explican.

Pero hay otro dato revelador, nos comentan, porque ninguno de sus antiguos aliados respaldó a doña Margarita. Por el contrario, se pusieron del lado de Gustavo Madero.

Es el caso de Juan Molinar, ex secretario de Comunicaciones y Transportes y ex director del IMSS; de Ulises Ramírez, en aquel entonces mano derecha de Juan Camilo Mouriño en Gobernación, y del diputado Guillermo Anaya, compadre de Calderón.

Ellos y otros tantos nombres azules se alinearon con el maderismo, nos dicen.

Los panistas cercanos al grupo de don Gustavo, quien busca la coordinación parlamentaria en San Lázaro para la próxima Legislatura, pronostican el colapso del calderonismo en cuanto el diputado federal Max Cortázar pida en breve licencia al Congreso para irse a Puebla como vocero del neomaderista Rafael Moreno Valle, gobernador de la entidad.

Así andan las cosas en Acción Nacional.