Si los ingresos públicos del país disminuyen, el gobierno federal no compensará ese boquete con mayor déficit ni con nuevos impuestos, pero sí considerará hacer un ajuste a la baja en el gasto público de este año, reconoció el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Durante la presentación del Estudio Económico de la OCDE sobre México, el funcionario aseguró que lo fundamental en el actual contexto financiero es mantener la estabilidad económica del país.

"En este entorno, nuestra prioridad debe ser mantener la disciplina de la política macroeconómica para asegurar la estabilidad; específicamente me refiero a la política fiscal donde la decisión clave del presidente es que cualquier necesidad de ajuste por una disminución de los ingresos habrá de acomodarse reduciendo el gasto público.

"Es decir, no habrá un incremento en el déficit público, por el contrario, el objetivo este año es reducir conforme se comprometió en 2013 el déficit público y tampoco habrá incrementos en los impuestos", afirmó el responsable de las finanzas públicas del país.

Aseguró que el proceso de implementación de las reformas estructurales va bien y admitió que éstas darán beneficios a la economía y a los bolsillos de las familias.

Destacó que para este año hay buenas noticias para los mexicanos, ya que no habrá más incrementos en los precios de las gasolinas, mientras que las tarifas eléctricas y las de larga distancia también se redujeron al público consumidor.

tcm