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Será hasta 2016 cuando los precios del petróleo registrarán un alza, aunque esta sería “marginal”; mientras tanto, en 2015 se mantendrán estos bajos niveles, lo que provocará problemas en los países exportadores como México y Venezuela, aunque beneficiará a los países importadores porque impulsará el crecimiento económico, aseveró ayer el Banco Mundial (BM).

En un reporte, estimó que una caída de 30% en los petroprecios podría traducirse en un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 0.5% en el mediano plazo. En Medio Oriente, el Norte de África y Rusia, una caída promedio anual de 10% del petróleo se traducirá en una contracción económica de 0.8 a 2.5%, dijo.

Pese al probable crecimiento que dará la baja del petróleo, hay efectos adversos como la apreciación del dólar y volatilidad de las divisas, pérdida de reservas, problemas de deuda, entre otras cosas, advirtió.

Como resultado del desplome de los precios del crudo habrá también una caída en inversiones en exploración, sobre todo en aguas profundas y petróleo shale, entre otros proyectos, lo que afectará a México, Brasil, Canadá y Estados Unidos, aseguró en su publicación Perspectivas Económicas Mundiales 2015.

“La debilidad en el precio del petróleo representa desafíos para los países exportadores, los cuales sufrirán impactos adversos al debilitarse las perspectivas de crecimiento y la posición fiscal y externa”, expuso.

Además de que, de continuar la caída de los hidrocarburos se podría “socavar también la inversión en investigaciones. La inversión se vería especialmente amenazada en algunos países de ingreso bajo o en fuentes no convencionales como petróleo shale, arenas alquitranadas y campos petroleros de alta mar”, señaló.

Las mayores afectaciones se verán en países como Rusia, Venezuela, Colombia, Nigeria y Angola. En donde los problemas financieros podrían tener efectos adversos y contagiar a otros mercados emergentes, ya que la caída de los petroprecios se acompaña de una volatilidad substancial en el tipo de cambio, provocó la salida de capitales, disminución de reservas monetarias, entre otros problemas.

De acuerdo con algunos estudios, un incremento en los precios del hidrocarburo de 10% provoca que los 34 países de la OCDE reduzcan su actividad real. Por ejemplo, para EU eso significa un impacto negativo en el PIB en promedio de 0.3 a 0.6%, y en la Euro zona de entre 0.1 y 0.3%.

En contraste, habrá beneficios derivados de la baja del petróleo sobre todo para los países en desarrollo importadores, porque los combustibles se adquirirán a menor costo, habrá mayor actividad productiva y se reduciría la inflación.

Para los países exportadores esta “aguda baja” debe recordarles lo vulnerable que son por tener una actividad altamente concentrada en el petróleo y hacerlos pensar que es necesario diversificar su economía, advirtió el director del Grupo de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, Ayhan Kose.