El arreglo personal entre amigas es algo de lo más común y respetado entre mujeres. Maquillarse unas a otras, preguntarle a la compañera qué labial le va mejor o qué sombra impacta más se vuelve tan importante como la salida misma. Sin embargo, algo que también ocurre, y en lo que se debería tener especial cuidado es en el uso compartido de los productos de belleza, los cuales no deberían de prestarse ni a miembros de nuestra propia familia.

A continuación, se exponen cinco productos que jamás se deberían compartir y, si se hace, se debe tener especial cuidado antes de usarlos en otra persona.

Nuestra piel es expuesta diariamente a cientos de bacterias que circulan por el aire, gérmenes que ni siquiera tenemos idea de que albergan en nuestro cutis. Cuando se maquilla a una, y a otra y a otra persona, se pasan todas aquellas suciedades de piel en piel, lo cual causa reacciones diversas en la piel como la aparición de espinillas, barros, alergias, irritaciones, entre otras cosas.

Es algo de lo más normal, te encuentras con un labial o brillo de tu amiga y decides probarlo para ver cómo se te ve. Hacer esto puede generar muchos problemas en tu salud. ¿Por qué? Bueno, nuestra boca alberga no cientos, sino miles de bacterias y gérmenes; prestar el labial o probar el de alguien más puede ocasionar desde un resfriado hasta contraer herpes.

Al usar este producto en ti, en tu amiga y ella hacia alguien más, puede existir la posibilidad de adquirir conjuntivitis hasta infecciones más complejas como la keratitis.

Algo lógico de pensar es que resulta poco higiénico introducir nuestros dedos –que seguramente contienen bacterias-en el recipiente que contiene el producto para después aplicar éste en nuestro rostro repitiendo el proceso varias veces. Además, si a eso se le agrega que este procedimiento es realizado por varias personas con un mismo producto, no es difícil imaginar que múltiples enfermedades se pueden adherir a nuestro organismo.

Aunque pueda parecer de inofensivo compartir este tipo de utensilios, hacerlo puede generar muchos problemas. Por ejemplo, cuando se tiene una cortada, o en el momento de usar el corta uñas se hace una, ya existe el riesgo de contagiar o ser contagiado de bacterias, inclusive, hasta hongos.

De esta forma, se debe tener en consideración, la diversa gama de complicaciones que se pueden originar en la salud de quienes comparten los productos de belleza.