Desde esta mañana, la escultura de "El Caballito" realizada por el artista español Manuel Tolsá a finales del siglo XVIII, ya no es visible a ojo ciudadano. La escultura ecuestre no sólo ha sido completamente cubierta por una malla negra que ha ocultado el rostro del rey Carlos IV así como la faz de su caballo, sino además una alta protección de láminas que alcanzan casi los tres metros de altura y sellada con tuercas y tornillos, ha sido levantada en todo el área de la base de la escultura donde están levantados los andamios que instaló la empresa Marina, restauración de monumentos, encargada del mantenimiento.

Ni paseantes que se detienen a hacer algunas imágenes alertados por las noticias de la intervención a la escultura en bronce, ni los turistas que en grupos y apoyados por los guías de el Museo Nacional de Arte, pueden ver ni la crin del caballo, que ha quedado tan oculto que apenas si se le pueden ver las cuatro patas, y entre ellas botes y botellas de plástico con agua o algunos otros materiales que estaban utilizando los trabajadores de la empresa que restaura monumentos y que ha suspendido los trabajos.

 Foto: Ariel Ojeda/EL UNIVERSAL

Una guía de turistas, parada al pie de la figura ecuestre y rodeada por el grupo de visitantes, les señala la escultura que ya no se puede apreciar nada de ella, sin embargo les habla del escultor, del momento en que fue trasladada a esta Plaza Tolsá. Los turistas sólo pueden ver las patas del caballo, lo demás lo tienen que imaginar detrás de la malla negra que cubre la escultura, y de la protección de lámina que ha cercado el perímetro.

Las labores de mantenimiento que comenzaron el 19 de septiembre, están detenidas desde pocos días después por ser calificadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como tratamientos a la obra fueron sumamente agresivos. "Se utilizó ácido nítrico al 30%, lo que elimina la pátina que ha protegido de manera natural al metal original desde su creación", expuso César Moheno del INAH.

Mañana, el INAH ha anunciado que entregará un informe sobre cuál es la situación actual de la escultura, cuyos trabajos fueron encargada por el Fideicomiso del Centro Histórico del Gobierno del Distrito Federal.

Dudan del informe de daños

La restauradora Lucía Ruanova, quien tiene abierta una cuenta en Facebook con el grupo llamado El Caballito, donde le dan seguimiento al asunto, ha señalado que mañana no podría estar listo el informe de daños que el INAH asegura que entregará. O de entregarlo seguramente estará "muy mal hecho", pues se requiere más tiempo para hacerlo. Anunció también que mañana al medio día tendrán un encuentro virtual con Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, a través de la misma cuenta de Facebook.  

cvtp