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Como una restauración lamentable y un gran error calificó ayer María Teresa Franco, directora del INAH, la intervención de la escultura de "El Caballito".

"Esperemos que el daño sea abatible, lo que no podemos de ninguna manera es negar que la intervención lastimó a la escultura", indicó ayer durante la inauguración de la XXV Feria del Libro de Antropología e Historia.

Dijo que las dimensiones del daño en la obra de Manuel Tolsá se conocerán el lunes, cuando expertos del INAH tengan el dictamen de la valoración que se hizo el miércoles en el sitio.

"No podemos afirmar de qué dimensión es el daño, sin la propuesta técnica. Desde luego esa intervención la lamentamos todos; fue un gran error", dijo.

Sobre posibles sanciones por afectación al patrimonio, Franco aseguró que dependerá de los resultados del dictamen, pero afirmó que si hay daños, habrá sanciones.

Indicó que se violó la Ley Federal sobre Monumentos al iniciar las obras sin tener aval del INAH y que se procederá conforme a normatividad. "El hecho se produjo, también la detención de la obra y se está haciendo el dictamen. Lo que venga será el resultado más preciso que podamos dar", dijo Franco, quien añadió que este tipo de infracciones se castiga con una multa a los responsables.

"Normalmente son multas, pero en este caso, como comunidad encargada de la conservación, por lo que tenemos que luchar es porque se restaure y creo que ha sido suficientemente divulgado que este tipo de hechos no debe volver a ocurrir", advirtió.

Por su parte, Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, insistió ayer en que no se puede hablar de daños irreversibles hasta que no esté listo el dictamen de los expertos, pero que están "conscientes de que si se establece que hubo faltas se tiene que rendir cuentas, pero todo depende de los términos del dictamen".

Vía telefónica, Muñoz aseguró ayer que no se le ha pagado al despacho Marina, restauración de monumentos, por la intervención y que el monto de lo que costaría el proyecto, así como los términos precisos del contrato, es información que debe dar a conocer la Autoridad del Centro Histórico, dependencia a la que el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México pidió que desarrollara el proyecto, en colaboración con el Fideicomiso del Centro Histórico.

Muñoz no descartó alguna sanción contra el despacho de Javier Marina, que adquirió el proyecto por adjudicación directa, pero que eso también se determinará cuando se tengan los resultados del dictamen de los expertos. "Es algo que no descartamos pero que estableceremos hasta que se emitan los dictámenes del INAH, para hacerlo con todos los elementos en la mano. Evidentemente hubo una falta al iniciar las obras sin que estuvieran los procedimientos listos por parte del INAH, pero estamos esperando el dictamen que en estos momentos se está desarrollando, tanto sobre las técnicas y los procedimientos utilizados como sobre los efectos que pudieron tener en la estatua", dijo.

Según los acuerdos tomados por el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México, el cual está presidido por el ingeniero Simón Neumann Ladenzon, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) e integrado por la secretaria de Cultura, Lucía García Noriega y Nieto, el coordinador General de la Autoridad del Espacio Público, Eduardo Aguilar Valdez; el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, la secretaría de Educación, Mara Robles Villaseñor; la coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano, y algunos representantes de la sociedad civil, como el arquitecto Francisco Serrano, Hilda Trujillo, Zelika García y Miguel Cervantes, el 2 de mayo pasado se determinó que sería la Autoridad del Centro Histórico la que se encargaría de la restauración de la estatua de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá, en coordinación con el INAH, pero en la minuta de esa reunión no se específica los términos en que se llevaría a cabo la intervención.