Cisen vincula al alcalde de Iguala con los Beltrán
PESQUISAS. El presidente Enrique Peña Nieto ordenó al gabinete de seguridad realizar las investigaciones para capturar a los responsables de la ola de violencia en Guerrero. Ayer, fuerzas federales tomaron el control de la seguridad en Iguala. (Foto: JORGE SERRATOS / EL UNIVERSAL )
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Un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) confirma que José Luis Abarca Velázquez, alcalde de Iguala con licencia, tiene estrechos vínculos con grupos del crimen organizado que operan en la zona norte del estado de Guerrero.
Gracias a los nexos de su esposa, suegra y cuñados con el extinto Arturo Beltrán Leyva, Abarca Velázquez, “quien sirvió a este capo de lavador y prestanombres, pudo levantar en pocos años una fortuna considerable”, dice el documento en poder de EL UNIVERSAL.
Titulado Avances en la investigación sobre los hechos de violencia ocurridos en la ciudad de Iguala, Guerrero, el informe interno, fechado el 1 de octubre pasado, destaca que el alcalde logró sobornar a las dirigencias estatal y nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), a través de diversos mecanismos, como la entrega de dinero en efectivo y apoyos en especie destinados a la operación de dichos comités.
El vínculo familiar. Además, uno de sus cuñados, de nombre Salomón Pineda Villa El Molón, estuvo preso en el Cefereso de Matamoros, Tamaulipas, cumpliendo una condena por delitos contra la salud. Fue liberado en junio de 2013 y de forma inmediata retomó sus actividades criminales y se convirtió en el jefe de plaza en Iguala para el cártel Guerrero Unido.
Otros dos de sus cuñados, Alberto Pineda Villa El Borrado y Mario Pineda Villa El MP, fueron operadores de los Beltrán Leyva durante muchos años; sin embargo, el distanciamiento con este capo originó la ejecución de ambos.
María Leonor Villa Orduño, la suegra de Abarca Velázquez, también se encuentra relacionada con Arturo Beltrán Leyva, dado que fungió como su operadora y prestanombres.
Sobre los hechos violentos del pasado 26 de septiembre, el documento establece que luego de realizar una movilización en Iguala, un grupo de alrededor de 100 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos pretendía trasladarse a la Plaza de las Tres Garantías, ubicada en zócalo de esa población, donde a las 18 horas la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, rendiría su segundo informe de labores como presidenta del DIF Municipal.
Por ello, señala que Pineda Villa le ordenó a su jefe de seguridad que le comunicara al director de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores Velázquez, que no debía permitir que los estudiantes de Ayotzinapa llegaran al lugar del evento, para lo cual debía de implementar un operativo que frenara su avance y los replegara.
Así, el jefe policiaco, continúa el documento, exigió el traslado de decenas de policías municipales con la tarea de frenar a los estudiantes, lo que cual derivó en un enfrentamiento físico y verbal. Replegados, los normalistas se dirigieron a la central de autobuses de esa ciudad.
Sin embargo, dice el texto, Flores Velázquez ordenó que se les detuviera. Al menos seis patrullas les cerraron el paso. Los estudiantes decidieron bajar y enfrentar a los policías, quienes de inmediato abrieron fuego en su contra. El saldo: tres muertos y más de 18 heridos, algunos normalistas lograron escapar en otro autobús, por lo que fueron perseguidos por los elementos de la Policía Municipal.
El documento establece que horas más tarde patrullas de la policía preventiva confundieron el autobús en donde viajaba el equipo de futbol Avispones de Chilpancingo con el otro camión ocupado por los estudiantes de Ayotzinapa, por ellos dispararon sin ninguna advertencia. Allí murió el chofer, un jugador de 15 años y una mujer que pasaba por el lugar.
Es necesario señalar, dice el informe, que Abarca Velázquez, pese a lo declarado a los medios, “siempre tuvo conocimiento de los hechos, pues fue constantemente informado por el director de Seguridad Pública Municipal”. De hecho, el alcalde “instruyó a Flores Velázquez para que persiguiera y detuviera a los estudiantes con el objetivo de darles un escarmiento”.