doris.gomora@eluniversal.com.mx

La extradición a Estados Unidos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera representará una válvula de escape para el gobierno mexicano, con la cual no tendría que lidiar con los costos políticos de tenerlo en México, comentó Edgardo Buscaglia, profesor de la Universidad de Columbia.

En entrevista con este diario, Buscaglia afirmó que “la extradición es una válvula de escape que simboliza la impotencia y las fallas del Estado mexicano, ojalá no tuviera que recurrirse a ella, pero hay vacíos de poder importantes que la hacen necesaria”.

El cártel de Sinaloa, explicó, opera como una multinacional en 54 países, a través de un sistema de franquicias o células especializadas en delitos, por lo que la detención de su líder no afectará a la red de esa organización que trabaja como una empresa internacional.

“De la misma manera que detener al director de un banco, el banco seguiría operando, con o sin él, porque la institución es más importante que una cabeza”, opinó Buscaglia, quien este jueves presentará su libro Vacíos de poder en México en la Casa Lamm, en la Ciudad de México.

En opinión de Buscaglia, en este momento se tienen suficientes narcotraficantes mexicanos detenidos en Estados Unidos como para desmantelar las redes patrimoniales de los cárteles de Sinaloa, del Golfo y Los Zetas: “Los estadounidenses lo han hecho parcialmente, han trabajado lo que podían, pero requieren de cooperación judicial del lado mexicano”.

El capital político

La detención de 'El Chapo', consideró Buscaglia, es un logro que tiene un capital político considerable para las administraciones de Barack Obama, en Estados Unidos, y Enrique Peña Nieto en México.

Para el caso mexicano, expresó, se carece de unidades de investigación patrimonial que podrían cruzar información de prestanombres, empresarios y políticos de todos los niveles que han realizado negocios con el cártel de Sinaloa.

“Al no existir esas unidades, la detención de Guzmán Loera tiende a ser inconsecuente, porque la consecuencia de una detención tan importante en un país donde no hay vacíos de poder, se traduciría en la aplicación de extinción de dominio de empresas legales, en la detención de políticos, de empresarios por vínculos o asociaciones delincuenciales”, mencionó.

Las organizaciones criminales en México, refirió, aprovecharon la transición política en 2000 para crecer, así como par fortalecerse; se convirtieron en una delincuencia predatoria y sin controles, sin ideología política, sólo enfocada a los negocios delincuenciales.

“La idea de mi libro es generar propuestas para salir de esa situación, no conceptuales, y las 26 acciones que menciono al final de la obra, si las tomas vas a observar reducciones de delitos económicos como los secuestros”, precisó.

Todo ello, destacó Buscaglia, en el marco de una cooperación internacional, son propuestas detalladas con regulaciones homogéneas entre todos los países, y además se aplican con supervisores que no están sujetos a corrupción.

En el libro, mencionó, se propone un México a futuro como líder regional, para que el lector visualice un mejor país con las medidas planteadas, porque si el país está mal, también lo estará la región.