El dólar tocó el techo este jueves a pocas horas de arrancar las operaciones bancarias. Es la primera vez que alcanza ese nivel, los 15 pesos frente al dólar, desde la crisis económica de finales de 2008 y principios de 2009.

La moneda ha venido en una espiral a la baja, impactada por la caída de los precios del petróleo y de la Bolsa Mexicana de Valores.

Lo que asusta, nos dicen, es que los funcionarios de Hacienda y del Banco de México tienen la misma receta y los mismos argumentos que en otros momentos complicados de la economía: todo viene de afuera.

¿Y los factores internos, principalmente el de la seguridad?, nos preguntan.

A principios de diciembre, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, decía que era innecesaria la intervención oficial para respaldar al peso.

Días después se hizo necesaria la medida frente a la caída constante de la moneda, con el anuncio de la subasta de 200 millones de dólares diarios, a partir de una depreciación de 1.5% en el día con el dólar interbancario, respecto de la jornada anterior.

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, echó el miércoles cohetes al aire con la simple noticia: el tipo de cambio se está estabilizando.

Lo que verdaderamente asusta es que cuando estos funcionarios han dicho que no pasa nada y que se trata de pequeños catarritos han ocurrido hasta pulmonías en la economía, nos hacen notar.

A este mal, agregue usted un factor que tampoco ayuda mucho a la mejoría del paciente, que es el clima de protestas que continúa por el caso Ayotzinapa.

¿De verdad no pasa nada?