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Dentro del Centro de Mando de Iztapalapa, recargados en la esquina que forman dos letreros con las palabras “Héroes” y “Federales”, policías esperan el paso de las carrozas fúnebres. Ahí viajan cuatro de sus compañeros que perdieron la vida al caerse el Black Hawk durante una misión de rescate en el estado de Guerrero.

Pasan de las 12 del día cuando las hélices del helicóptero presidencial se escuchan por encima de las cabezas de los familiares y amigos reunidos en el patio principal. Quince minutos después, en carros funerarios, entra la tripulación del XCPF.

Ahí falta Isaac Escobar, porque su cuerpo aún no ha podido ser encontrado, debido a las malas condiciones que los ciclones mantienen en las costas de Guerrero, aunque de acuerdo con el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, hoy por la mañana fueron localizados “los restos que, probablemente, sean los de nuestro compañero”.

Las credenciales de los pilotos son excelentes: participantes en desastres naturales y solicitados por la fuerza área de Estados Unidos para “operaciones especiales”, entrenados en ese país.

Pero las lluvias que se han llevado una centena de vidas también vencieron su experiencia.

El jueves pasado la aeronave dirigida por Enrique Briceño —quien había participado en operativos de seguridad en Michoacán y Tamaulipas— perdió contacto con la base. El sábado era catalogada como “ilocalizable”. Al día siguiente se dio a conocer la noticia de que el Black Hawk, uno de los helicópteros más equipados, se había estrellado y toda la tripulación había muerto.

Antes del accidente, Briceño, junto con el copiloto Desiderio Rosado Zárate y la tripulación habían logrado rescatar a muchas personas del municipio de Atoyac.

Como el presidente Enrique Peña Nieto, Manuel Modragón y Kalb también viste de negro. Dice que el viaje de los policías “fue su última misión heroica”.

El presidente Enrique Peña Nieto dirige sus condolencias a los hijos pequeños de los policías, y a otro más que nunca conocerá a su padre.

Después, junto con el gobernador Ángel Aguirre, los secretarios Salvador Cienfuegos, Vidal Francisco Soberón, Miguel Ángel Osorio y el procurador Jesús Murillo monta una guardia de honor junto a los féretros. Al final de la ceremonia, los compañeros recuerdan a los caídos con su himno.