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Desde que entró en vigor en 2008 la política de deslizamiento mensual en los precios de los combustibles, las gasolinas Magna, Premium y el diesel acumulan un alza de 89.7%, 62.6% y 138.1%, respectivamente, en comparación con el precio por litro que se aplicará a partir de este sábado.

En ese mismo periodo, el salario mínimo general observó una caída en términos reales de 0.53%, mientras que la inflación se incrementó 32.3%.

Mañana se aplicará el último “gasolinazo” desde que se estableció la política mensual de aumentos en el sexenio de Felipe Calderón. Así, el último precio al público de 2014 será de 13.31 pesos por litro para la gasolina Magna; 14.11 pesos para la Premium y 13.94 pesos para el diesel.

A partir del año próximo, habrá un sólo aumento que entrará en vigor el 1 de enero, y que se fijará conforme a la meta de inflación anual proyectada por el Banco de México, de 3%.

Bajo este esquema, la Magna iniciará el siguiente año con un precio de 13.70 pesos por litro (39 centavos más); la Premium 14.53 pesos (42 centavos más); y, el diesel 14.35 pesos (41 centavos más).

Pese a la caída en los precios internacionales del petróleo y sus derivados —como gasolinas y diesel— de casi 30% en los últimos tres meses, analistas del sector consideran improbable que el gobierno federal opte por modificar o aplazar la nueva política de precios de combustibles.

José Isaac Velasco Orozco y Rafael Camarena, analista del Grupo Financiero BX+ y economista del Grupo Financiero Santander, respectivamente, señalaron que si bien sería benéfico suspender o posponer la medida desde el punto de vista de los consumidores, traería efectos negativos a las finanzas públicas.

Indicaron que los aumentos graduales (ligados a los porcentajes de inflación) para los próximos tres años obedecen a un periodo de transición de mediano plazo, y ahora mismo representa todo un mecanismo fiscal que garantiza mayor recaudación y un impuesto neto para estabilizar los ingresos con escenarios de precios bajos.

La política de ajustes mensuales inició en 2008, cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) modificó su metodología para el establecimiento de los precios de venta de las gasolinas y el diesel como consecuencia del alza histórica en la cotización del petróleo que se registró en los mercados internacionales, lo que llevó a desembolsar hasta 200 mil millones de pesos en subsidios en 2012.

La medida, que se consideró transitoria en ese momento, se continuó instrumentando y fue retomada por el actual gobierno.

En enero de 2008, un usuario con un automóvil estándar con tanque de 40 litros de capacidad pagaba 280.60 pesos para llenarlo de gasolina tipo Magna, 346.96 pesos si se trataba de Premium y 234.16 pesos en el caso del diesel.

Al 31 de diciembre de este año, para llenar el mismo tanque se requerirán 532.40 pesos para el caso de la Magna, 564.40 pesos si es Premium y 557.60 pesos para el diesel. Con el aumento de precio previsto de 3% aplicado a partir del 1 de enero de 2015, llenar ese mismo tanque va a costar 548, 581.2 y 574 pesos, respectivamente.

A pesar de esos aumentos de precios, durante el periodo 2007 y 2013 el gobierno federal desembolsó 852 mil millones de pesos para subsidiar los combustibles, según el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas. Ello se debe al diferencial en los precios de la gasolina que se presentaba con relación a las compras externas y al valor de las ventas internas.

Entre enero y octubre de 2014, de acuerdo con la SHCP, el monto desembolsado para el subsidio ascendió a 41 mil 937 millones de pesos, que representa una caída de 56% en términos reales contra el mismo periodo del año anterior.

Actualmente, la venta de gasolinas y diesel representa tanto para Pemex como para el erario público ingresos del orden de 578 mil millones de pesos anuales.

De cada litro de gasolina Magna, Hacienda recauda aproximadamente 17% de su valor vía impuestos, que corresponde al IEPS cuota para entidades federativas, IVA agregado del precio ponderado sin IEPS para entidades federativas, IEPS cuota a combustibles fósiles e IEPS del precio público ponderado.

Sin embargo, la venta de combustibles automotores también tiene un efecto significativo en el comportamiento del índice de precios (inflación).

En lo que va del año ha tenido una ponderación de 3.8% de la inflación general, la más alta dentro de los 283 productos que integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Por este peso tan relevante, la gasolina impacta en otros bienes y servicios de los consumidores.

La gasolina de bajo octanaje tiene una inflación anual de 9.48% hasta octubre, dato que duplica el 4.3% de la inflación general.

Los analistas Velasco Orozco y Camarena coincidieron que el aumento en el precio de los combustibles se convertirá en una fuente de ingresos para compensar la caída de ingresos por exportaciones petroleras.

De acuerdo con la Base de Datos Institucional de Petróleo Mexicanos (Pemex), entre agosto y octubre de este año, periodo en el cual el mercado petrolero experimentó un desplome de los precios del crudo y derivados, México ha visto una reducción de sus ingresos petroleros del orden de 10.1%.

Empresarios gasolineros del país también descartaron que el gobierno federal pueda dar marcha atrás o posponer el aumento a gasolinas y diesel a partir del primer minuto del próximo año.

Luz María Jiménez, presidenta de la Asociación de Gasolineros Unidos de Puebla y Tlaxcala, comentó que si bien los precios del petróleo se están cayendo junto con los precios de las gasolinas en el mercado internacional, para México este producto tiene un carácter eminentemente recaudatorio.

De acuerdo con datos de Pemex, en los últimos tres meses México ha importado un mayor volumen de gasolinas, aprovechando los precios más bajos.

Entre agosto y octubre pasados, las importaciones de gasolinas en sus tipos Magna y Premium aumentaron 23.9%, mientras que el precio al que se compró el producto se redujo 4%, equivalente a casi 5 dólares por barril.

Según la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), la política de aumentos mensuales ha representado que en este año el precio de la gasolina tipo magna aumentara 9.7%; la Premium 11.2% y el diesel 11.6%.

Según estadísticas del gobierno estadounidense, la gasolina Premium es actualmente 2.73 pesos por litro más cara en México que en el vecino país, mientras que el diesel lo es en 98 centavos.