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El impacto de la depreciación del peso frente al dólar sobre la inflación será relativamente ligero y no será inmediato, coincidieron en señalar analistas del sector privado. Pese a ello, advierten que el tipo de cambio seguirá presionado cuando menos hasta mediados del próximo año.

“Hasta este momento no hay una evidencia de que el alza del dólar vaya a tener un impacto muy fuerte sobre el nivel de precios. Estamos hablando de que un 10% de depreciación del peso como el que estamos viendo se va a reflejar en un incremento de apenas 0.2% en la inflación a tasa anual”, explicó Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México.

“Será hasta diciembre o enero que comencemos a observar ciertas presiones en el nivel de precios, pero tampoco creo que vayan a ser muy elevadas; incluso, Banco de México en varias ocasiones ha hablado sobre la pérdida de sensibilidad de los precios ante depreciaciones cambiarias, y en los últimos años, después de 2011, hemos visto menor sensibilidad ante la caída en el tipo de cambio”, comentó Isaac Velasco, analista económico de banco Ve por Más.

“Los precios de algunos productos importados que tienden a escasear en la temporada invernal, como el limón o ciertos tipos de carne, podrían verse afectados por el encarecimiento del dólar. Es probable que haya un aumento de la inflación a fin de año, pero por efectos combinados; algunos sí van a ser por el alza en el tipo de cambio, pero el mayor aumento va a ser por el invierno, que aumenta mucho el costo de los energéticos”, dijo Sergio Garduño, analista senior de Consultores Internacionales.

Otra actividad que se verá afectada es la industria de productos electrónicos, que importa la mayor parte de sus insumos y que a final de cuentas puede afectar el precio al consumidor final, explicó Garduño.

De manera preliminar es difícil saber el impacto que tendrá el tipo de cambio sobre la inflación, pero si se observa algún efecto sería en el subíndice de mercancías no alimenticias, el cual está creciendo a una tasa de 2.3% en términos anuales, que eventualmente podría verse presionado, pero no en una gran magnitud, agregó Velasco.

Pese a lo anterior, los analistas advierten que para los próximos meses viene un panorama complicado, ya que el tipo de cambio puede seguir presionado, muy relacionado con las cotizaciones del crudo.

“Toda la primera mitad de 2015 puede ser bastante complicada sobre todo por la expectativa que se tiene de alza en tasas en Estados Unidos, que pueden generar mucha más volatilidad de la que se está descontando actualmente, y el peso, al ser una divisa que responde con alta volatilidad ante la incertidumbre en el mercado, también pude verse afectada”, manifestó Isaac Velasco.

En este contexto, los especialistas estiman que el tipo de cambio al mayoreo podría estar oscilando en el corto plazo entre un rango de 14 a 14.20 pesos. Así, consideran que es difícil que la paridad pudiera llegar a niveles de 14.30 pesos.

Sin embargo, hacia final del año esperan que haya un relajamiento en el tipo de cambio, cuando haya mayor certidumbre sobre la reserva federal, que haya mejores datos económicos en México y también que se comience a ver una mayor actividad sobre la Ronda Uno, con los proyectos que puedan derivarse de la misma, lo que podría generar un cambio en el sentimiento de la economía mexicana, lo que ayudaría al peso.