Acusan a Alemania de utilizar programa de espionaje
El servicio secreto de Alemania (BND) negó hoy haber tenido conocimiento explícito del programa de espionaje masivo de Estados Unidos y de que las tropas germanas en Afganistán se hubiesen beneficiado de los datos recabados por esos medios.
En un comunicado, el BND aseguró que "no tenía ningún conocimiento de nombres, alcance y magnitud del programa" de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EU hasta que el ex técnico de la CIA, Edward Snowden, destapó el escándalo hace unas semanas.
Los servicios de inteligencia de Alemania reaccionaron así a las noticias divulgadas en los últimos días en el país, en las que se les acusaba de conocer "desde hacía años" la herramienta "PRISM" de espionaje masivo.
Además, el BND negó la información publicada hoy por el diario Bild en la que se apuntaba que el ejército alemán obtuvo datos de este programa para su operativo en Afganistán, tras obtener un documento de la OTAN fechado en septiembre de 2011 en el que se hacía referencia a un sistema llamado "PRISM".
El comunicado de los servicios de inteligencia afirma que ambos programas, el "PRISM" masivo denunciado por Snowden y el "PRISM" al que recurrían los soldados de la OTAN en Afganistán "no son idénticos".
El portavoz del ministerio Defensa, Stefan Paris, y el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, fueron interrogados a este respecto durante más de una hora en un encuentro rutinario con medios de comunicación, pero ambos se limitaron a reiterar la posición definida por el BND y no aportaron más detalles.
Paris explicó que en la herramienta de información de la OTAN que emplean los soldados alemanes en Afganistán no se especifica quién aporta cada dato -porque hay contribuciones de todos los países aliados- ni cómo lo ha obtenido.
Las revelaciones sobre el programa de espionaje masivo de EU han suscitado una fuerte controversia en Alemania, donde el tema de la protección de datos privados es un asunto de alta sensibilidad.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó de "inaceptable" y propio de "la guerra fría" el espionaje entre países "socios y amigos" y envió a su ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, a Washington en busca de una explicación la semana pasada.