El rostro es nuestra carta de presentación, eso es cierto, sin embargo, cuando conocemos a alguien, además de fijarse en el rostro, las personas sienten tus manos cuando las saludas. 

Las manos suelen ser una parte de nuestro cuerpo que poca atención y cuidados reciben, pues el rostro ocupa el primer lugar, no obstante, el estado de las manos proyectará, aunque el rostro se encuentre en perfectas condiciones, el paso del tiempo en nuestro cuerpo. 

Para presumir de una manos bellas y tersas es necesario hidratarlas a diario (incluso por las noches), además, de exfoliaciones periódicas que les devuelvan su suavidad. Se tienen al alcance productos específicos para su tratamiento, pero también se puede recurrir a la cosmética natural.

A continuación te presentamos algunos consejos para disfrutar de una piel tersa, sedosa y brillante en nuestras manos.

Aceites especiales

El aceite de coco aplicado en las manos agrietadas ayuda a curar con facilidad. No obstante, se debe cuidar no exponerlas inmediatamente al sol, pues se pueden broncear. Funciona mejor en la noche, además de que suaviza inmediatamente.

De oliva y de girasol

Tanto el aceite de oliva como el de flor de girasol funcionan para tratar la piel agrietada. Cualquiera de los dos son excelentes, especialmente, en temporada de invierno, pues es en esta cuando las manos sufren más resequedad.

Manteca de karité

Rica en vitamina A, E y F, contribuye a tener un tono de piel más claro y saludable. Es eficaz también para reducir las arrugas y reparar las manos agrietadas.

El protector solar se ha vuelto un elemento importante en el cuidado personal de las personas, sin embargo, éste sólo es utilizado para la zona del rostro. Las manos, al igual que el resto del cuerpo, están expuestas a los rayos del sol, por lo cual también deben recibir la aplicación del protector solar.

Cuidados especiales

Las actividades del hogar son, con frecuencia, el principal factor de riesgo para el cuidado de las manos. por ejemplo, el agua caliente es ideal para quitar la grasa de los trastes pero no es adecuada para la piel de las manos, así que es recomendables usar agua fría. 

Al lavarnos las manos, es recomendable usar jabones que no contengan perfume, alquitrán o azufre, pues con el tiempo, desgastan la dermis. En este sentido, los jabones dermatológicos son idóneos para la piel de tipo seca o para aquella que está dañada por el uso del detergente.

Es común, cuando se entra a los baños públicos, usar los secadores eléctricos, en este caso conviene utilizar las toallas de papel, pues el calor de la secadora resulta demasiado agresivo para la piel. Además, se debe procurar hidratar bien las manos después de lavar las manos.