Para Diego Echeverría, fundador de editorial Ink, la coexistencia del libro impreso y digital se hará a partir de la especialización del mercado y será "tarea del nuevo editor", esto lo afirmó a EL UNIVERSAL en el segundo día de actividades del Festival El libro y sus lectores, organizado para celebrar los 80 años del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Durante la mesa de discusión "Más cerca de lo que aparentan: los libros electrónicos entre nosotros", en la que participaron además Andrew Littell, gerente de cuentas estratégicas de Google para México; el escritor Jorge Volpi, y Ricardo Cayuela, director general de Publicaciones Conaculta, moderados por Alejandro Zenker, los especialistas hablaron sobre el panorama de los libros impresos y digitales.

"Habrá libros que siempre se publicarán en impreso y otros que se harán en digital, como aquellos que son educativos, los que nos llevamos de viaje e incluso las guías, esto por su sencillez y precio", añadió Echeverría, director de la primera editorial digital en México, quien sugirió que los libros digitales deben ser algo diferente al libro impreso, teniendo un valor agregado y no ser una copia de la versión impresa porque el fin es cambiar de formato, no sólo de plataforma.

Echeverría destacó las ventajas de los libros electrónicos, pero también mencionó que hay desventajas, como la necesidad de una tarjeta de crédito para su adquisición.

Jorge Volpi, por su parte, en su texto "Elogio y vituperio del libro electrónico" definió al libro como almacenes de palabras, "fieles guardianes de nuestra imprecisa memoria".

Respecto a las desventajas de las publicaciones impresas, Volpi señaló que "son estorbosos y pesados, sobre todo cuando se coleccionan, y viven gracias a la muerte de millones de árboles"; en tanto que los de formato digital es imposible saber cuánto tiempo durará la información que almacenan, se necesitan baterías, una conexión a internet y no se pueden compartir.

El autor de Memorial del engaño concluyó sugiriendo que el libro electrónico ideal será "un objeto tan hermoso como el más hermoso libro impreso".

Los ponentes coincidieron en que hace falta de información para conocer el público que consume determinados libros en formato digital, por lo que es necesario crear bases de datos. Andrew Littell comentó que "la calidad de los datos es un problema en todas las partes del mundo, incluso en Estados Unidos".

rqm