La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) recibió la denuncia de hechos por parte de la Dirección General de Administración de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal, contra una persona física que cometió posibles irregularidades en los trabajos de restauración y rehabilitación al monumento ecuestre dedicado Carlos IV de España, que realizó sin que contactar a la autoridad del Centro Histórico para coordinarse en esa labor.

La Fiscalía Central de Investigaciones para la Atención de Asuntos Especiales fue quien recibió la denuncia de la persona contratada para realizar el servicio para la restauración y rehabilitación del Caballito, el cual se encuentra en la Plaza Tolsá, ubicada en la calle Tacuba, entre Lázaro Cárdenas y Sebastián Lerdo de Tejada, colonia Centro.

En un comunicado se indicó que el acusado, de quien no se dio a conocer su nombre, tampcoo exhibió la fianza para grantizar su trabajo.

El denunciado y su equipo montaron andamios alrededor del monumento el día 14 de septiembre.

"Cinco días después iniciaron las acciones que se identifican como de limpieza sobre la escultura, sin que haya contactado a la autoridad del Centro Histórico para que se coordinaran los trabajos a realizar. Tampoco presentó documento alguno que acreditara la autorización o solicitud hecha ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ni la exhibición de fianza que garantizaran el cumplimiento de los trabajos, la responsabilidad civil y de los daños que pudiera sufrir la escultura, como era su obligación previo al inicio del servicio", señala el comunicado de la PGJDF.

El día 19 de septiembre se llevó a cabo una inspección de los trabajos por parte del personal de Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), apoyados por un restaurador de arte, quien tras verificar que no se contaba con la documentación antes señalada, dieron parte a las autoridades del Centro Histórico y del Fideicomiso, por lo que se ordenó la suspensión de los trabajos.

Fue entonces que las autoridades del arte concluyeron que con independencia de la responsabilidad administrativa en la que pudiera haber incurrido el particular encargado del servicio, éste pudo haber ocasionado daños al monumento por negligencia e impericia, por lo que se procedió a presentar la denuncia de hechos.