Chacón-Cruz, profeta en el Festival Cervantino
Video. Chacón-Cruz, listo para su presentación en el Cervantino
ana.pinon@eluniversal.com.mx
El tenor Arturo Chacón-Cruz es un artista carismático que poco a poco empieza a ser un profeta en su tierra. Hace 15 años que no vive en México y aunque ha tenido una ascendente carrera es hasta hace un par de años que se le escucha con mayor frecuencia en el país.
La noche de ayer se presentó por primera vez en el Festival Internacional Cervantino, el Teatro Juárez no fue ocupado en su totalidad, pero el público que asistió fue con la certeza de que presenciarían uno de los mejores conciertos de esta edición. La expectativa fue cumplida con creces.
La Gala Verdi que se llevó a cabo la noche de ayer inició con la Obertura de "Las vísperas sicilianas" a cargo de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Niksa Bareza. Después, el tenor interpretó el aria "Questa o quella", de la ópera "Rigoletto". Chacón-Cruz es un artista que se apropia de los personajes con naturalidad. Además, el Duque de Mantua es un rol que domina en todos los sentidos, recientemente lo interpretó en París -provocando elogios de la crítica- y en León, Guanajuato.
Es la voz y es también la presencia, la caracterización de un personaje que aún en frac es posible saber que se está frente al Duque mujeriego, dicharachero y seductor, que convierte en Gildas a todas las presentes.
En un instante, Chacón-Cruz dejar de ser el Duque y se transforma en Riccardo para contarnos de su amor por Amelia y sentir con él la angustia ante la muerte inminente en "Forse la soglia attinse" de "Un baile de máscaras".
Así transcurre el concierto, en un nivel sostenido del camaleónico Chacón-Cruz. Cada aria, aún de los títulos poco conocidos como "I Masnadier", la orquesta y el tenor trasladan a la audiencia al universo verdiano, trágico, apasionado, doloroso, atormentado y amoroso.
A la Orquesta se le nota vigorosa ante un Bareza arrojado.
"La Traviata", "Simon Bocanegra", "I due Foscari" completan la primera parte del concierto dedicado a Verdi en el bicentenario de su nacimiento. Efeméride celebrada en todo el mundo y uno de los ejes centrales de la 41 edición del festival. Vivas y aplausos para los músicos, para el tenor.
La segunda parte se completa con arias de títulos como "I Lombardi" y "La battaglia di Legnano", y la Obertura de "Nabucco". Si hace un par de años al tenor se le distinguía por el color oscuro y calidez de su timbre, ahora suma presencia y dominio.
La Gala la cierra como inició, con "La donna é mobile" de "Rigoletto", y la audiencia pide más con una ovación de pie. El tenor repite "La mia letizia infondore" de "I Lombardi", pero la sed no es saciada y vuelve una vez más con La donna.
El tenor regresará al Palacio de Bellas Artes en febrero próximo para la ópera "Manon" y compartirá el escenario con la soprano María Alejandres, en los roles principales. Entre sus compromisos se encuentra la "Mefistofele" en el Carnegie Hall e "I duo Foscari", a lado de Plácido Domingo en Viena.
Además, en diciembre se lanzará en México y a nivel mundial un disco dedicado a la música mexicana, así como el disco "Viva Verdi", grabado con la Filarmónica de Múnich que, en principio, tendrá una distribución en Europa.
jram