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En el mundo de la danza el coreógrafo catalán Rafael Bonachela se ha distinguido por su originalidad, por derribar las fronteras entre la danza contemporánea y la danza urbana, y, sobre todo, por ofrecer obras en las que habita la disciplina, la pulcritud, la belleza, acompañados de una poesía en movimiento.

En la obra "2 One Another" Bonachela lleva a los límites del movimiento a los 16 bailarines de la Sydney Dance Company, la prestigiosa compañía australiana que dirige desde 2008. La obra es una danza sobre nosotros, sobre la complejidad humana, sobre la violencia, el caos, la pasión, el amor, la esperanza.

La crítica ha dicho que en "2 One Another", que se presentó la noche de ayer en el Auditorio del Estado como parte de la 41 edición del Festival Internacional Cervantino, Bonachela, como nunca, ha sabido explotar la flexibilidad, la fuerza y el vigor de los bailarines.

La coreografía, que tendrá esta noche su segunda y última función para luego viajar a diversas ciudades de Estados Unidos como parte de una gira internacional que incluye países como Rusia y Colombia, posee un complejo vocabulario, pero con fragmentos narrativos gracias al trabajo de iluminación de Tony Assness, quien diseñó un telón de fondo con patrones geométricos de luces LED para convertirlo en un elemento coreográfico, en un ente vivo.

Bonachela, declarado "adicto al movimiento" explora el cuerpo, sí, presenta solos, duetos y colectivos cargados de belleza, pero la fuerza de la obra recae también en la capacidad de ofrecer momentos cargados de emociones tan poderosas como contrastantes.

Ahí está el amor por el prójimo, la pasión, el arrojo sexual; está también el caos, la violencia, la desesperanza. Y, como en la vida, un resplandor, un posible nuevo amanecer que brinda la posibilidad de creer, otra vez, en la humanidad.

De acuerdo con los críticos "2 One Another" es la mejor de sus obras desde que asumió la dirección de la compañía, no sólo por la propuesta estética sino también por el diálogo que establece con la música que mezcla lo clásico con lo electrónica -compuesta por Nick Gales-, entrelazada con fragmentos de poesía exquisita de Samuel Webster, creando así una pieza multi-dimensional.

En la noche de su estreno, la Sydney Dance Company, la principal compañía de danza contemporánea de Australia, fue recibida positivamente por el público. Esta noche ofrecerá la segunda función a las 20:00 horas en el Auditorio del Estado de esta ciudad.

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