Sin rubor, vamos con Madero para 2018: Trejo
POSTURA. El secretario general del PAN rechaza ser un "pelele", junto con Ricardo Anaya, del dirigente panista Gustavo Madero. Califica esos señalamientos como "posiciones baratas y facilonas". (Foto: CRISTOPHER ROGEL BLANQUET. EL UNIVERSAL )
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José Isabel Trejo, secretario general del PAN, afirma sin tapujos que con el presidente Gustavo Madero Muñoz se comprobó que el partido puede funcionar sin las llamadas familias tradicionales, en específico la de Felipe Calderón.
“Se comprobó que sin el calderonismo funciona el PAN, y que nadie es indispensable. Hemos aprendido cosas buenas, como organizar el partido. No tenemos presunción”, dice.
En entrevista con EL UNIVERSAL critica que el ex mandatario amague con irse del partido y le recuerda que él ya fue todo en el PAN. “Que nos dé chance. Ricardo (Anaya) y yo vamos llegando, que nos den la oportunidad. La crítica me parece injusta cuando le fuimos leales sin condiciones”.
Recuerda que nunca amagaron a Calderón. “No le pusimos condiciones. ¿Por qué nos pone condiciones? Mi posición es de franqueza: no amenaces que te vas, vete y ya. Los adultos así toman decisiones, sino es infantil”.
Reitera que el rechazo a Margarita Zavala como candidata plurinominal fue un proceso democrático. Sobre las familias panistas, dice que tuvieron un gran mérito, “una historia bonita del partido”, pero hay un nuevo ciclo.
“Ya no estamos en la etapa de unas grandes familias, sino en un crecimiento más colectivo. Ahora nos toca asumir el riesgo de las redes sociales, es difícil que con tanta información, ahora se quiera sujetar a una sola visión. Hay libertad”, señala.
Adelanta desde ahora que Madero es una opción como candidato presidencial en 2018 y, “sin rubor”, dice que hay que explorar desde ahora perfiles.
Trejo es criticado por haber aceptado la secretaría general, luego de su paso por la coordinación de diputados federales cuando Ricardo Anaya ocupó el lugar de Madero como presidente del partido, mientras se hacía de la candidatura plurinominal para San Lázaro. Ante los señalamientos, rechaza ser un “pelele” y los califica de “posiciones baratas, facilonas”.
Si no se trabaja en equipo no se puede, dice. “En un equipo hay una cabeza. (Carlos) Castillo Peraza (ex presidente del PAN, ya fallecido) decía que la labor del partido consistía en hacer exactamente lo que le toca a cada uno. Ni más ni menos. No podemos jugar todos el papel del presidente”.
En su nueva tarea, reflexiona que para obtener en junio próximo más de 114 diputaciones federales, ocho de nueve gubernaturas y alcaldías, es necesario la unidad partidista, incluido el grupo de Felipe Calderón.
En su nueva oficina, en la sede nacional panista, y en donde cuelgan dos fotografías en blanco y negro de los líderes nacionales, Trejo comenta que no llega a ver qué hace, pues trae la encomienda de meterse en el proceso electoral de todo el país.
Madero siempre estuvo...
¿No es incómodo cambiarlo de cargo según la coyuntura del PAN?
—Uno cuando está en un partido sabe que hay una disciplina razonada. Yo siempre estuve en contacto con Madero y Anaya. Llegué en un momento difícil a la coordinación, pero asumí el cargo, y creo hay un grupo sólido. Al regreso del presidente Madero estamos inmersos en el proceso electoral. Yo fui antes de ser el coordinador el secretario general de elecciones, y me tocó la responsabilidad de ganarTepic.
El cambio no tiene un sin sentido, tiene objetivos claros. Es un enroque que nos viene bien a todos, y yo estoy hecho a la disciplina del partido.
¿Qué responde a quienes critican el regreso de Madero?
—Hay un desconocimiento básico de las normas internas. De no haber regresado Madero por cualquier circunstancia o razón personal, habríamos caído en una crisis institucional y habríamos convocado a elección en un plazo de 30 días, para un nuevo presidente, lo cual implica una competencia interna cuando hay un proceso electoral. Hubiera generado un caos. Hubiese sido una decisión de torpeza extrema de Madero no regresar.
Madero nunca estuvo ausente, sería ingenuo pensarlo. Yo prefiero un presidente fuerte con un equipo de lealtad y la misma visión. Si no estaríamos muy mal diciéndole a la gente: ‘voten por nosotros, aunque aquí adentro no tengamos ningún plan y con una dirigencia débil’”.
¿Los cambios no afectan la imagen del PAN?
—La obligación es tener una organización funcional, y estos cambios no afectan a nadie en particular. Entre la militancia ha sido bien visto el cambio. Al menos los diputados han externado una expresión unánime. Y las opiniones de los comités estatales son buenas. El partido debe ser sólido para ser solución para la sociedad, el partido no puede andar con estructuras débiles.
Evidentemente Anaya representa a un joven con ideas propias, y hace conexión con un sector que para nosotros ha sido difícil. Los partidos no hemos sabido ponerle ‘la zanahoria al conejo’ para que vengan los jóvenes. Por eso nos viene bien la figura de Ricardo que conecta, y trae cierta frescura.
¿Qué responde a los comentarios de que usted y Anaya son peleles del presidente Madero?
—Son posiciones baratas, que buscan torpedear una fuerza emergente como la nuestra. Tenemos que jugar nuestro papel como el ajedrez, alguien hace una función, actúa, la cosa es llegar al objetivo. No somos igual al PRI. Todo ha sido democrático.
Se comprobó que sin el calderonismo funciona el PAN y que nadie es indispensable. Hemos aprendido cosas buenas, como organizar el partido. No tenemos presunción.
¿Ve a Madero como candidato del Partido Acción Nacional a la Presidencia en el 2018?
—Yo pienso que es una opción. Eso se ha cantado, sin rubor debemos ir trabajando hombres que sean sometidos al escrutinio de la sociedad, para ver cómo reaccionan ante la sociedad. Puede ser, eso se ha dicho, y no podemos cancelar esa posibilidad, pero lo estamos llevando a ver qué dice la sociedad, a través de herramientas de evaluación.
Que se habla de otro candidato como el gobernador de Puebla (Rafael Moreno Valle), habrá que ver. Ojalá tuviéramos otro. Se habla de Ricardo Anaya, pues qué bueno que tenemos gente que proyectar en tres años.
No podemos improvisar como en el 2012. Después de una contienda interna muy buena, se nos cayó todo, no habíamos construido con anticipación; mal haríamos si mandamos un candidato o candidata improvisado, pues la política es muy cruel.
¿Cómo se ve luego del 7 de junio?
—En el partido. No tengo aspiración de candidatura. El PAN debe solidificarse rumbo al 2018; tampoco me veo disputando la presidencia del partido.
jram