El tema de las bandas de colombianos que operan en México en el robo de casas, especialmente en barrios residenciales de alto nivel en la capital del país, ha generado la atención y la preocupación de los dos gobiernos federales.

Nos dicen que autoridades de seguridad de México y Colombia han intercambiado información al más alto nivel sobre las operaciones de estos grupos en territorio mexicano y sus vínculos en aquella nación.

El caso de los asaltantes que entraron disfrazados con uniformes del Sistema de Aguas de la Ciudad de México a una residencia en las Lomas de Chapultepec, y en el que se presume participaron personas de origen colombiano, disparó una vez más las alertas del gobierno mexicano que tiene detectado ese tipo de prácticas, la de utilizar uniformes de compañías de servicios como el telefónico o el eléctrico, como una de las características de estas bandas.

Una parte de las investigaciones que deben realizar tanto las autoridades locales, a cargo del procurador del DF, Rodolfo Ríos Garza, como federales, es si estos grupos reciben algún tipo de ayuda o protección de policías o servidores públicos.

Están bajo la mira, nos dicen.

 cd