El diagnóstico del líder nacional del PRD, Carlos Navarrete, era el correcto: el partido va a perder la elección en 2018. El caso es que los resultados se le adelantaron tres años y el perredismo está por sufrir la peor derrota de su historia en la ciudad de México, nos dicen.

Los amarillos, encabezados por don Carlos, viven ahora la cruda realidad, después de 18 años en el poder: los capitalinos les dieron la espalda en los comicios del domingo 7 de junio.

Hace una semana, EL UNIVERSAL dio a conocer una conversación de don Carlos ante militantes amarillos, en la que diagnosticó un panorama adverso para el partido en las elecciones para jefe de gobierno del DF en 2018, bajo el argumento de la nula capacidad de renovación, las decisiones del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y la actuación mafiosa de la corriente Nueva Izquierda ("federación de capos").

Nos gana Morena o nos gana el PRI, pronosticó.

La cruda realidad llegó ahora y Morena y el PRI le dieron una buena tarascada en las elecciones del 7 de junio, tanto en las delegaciones políticas, como en la Asamblea Legislativa del DF.

De seguir la tendencia del conteo - con más del 95% del conteo del PREP-, el PRD en el DF sólo retendrá seis de las 16 delegaciones de la ciudad de México, amén de que Morena disputa al perredismo la mayoría en la ALDF, nos hacen notar.

Eso sí, don Carlos canta y pregona que no va a renunciar al cargo. ¿Sigue siendo el rey?