Blindan de conflictos al nuevo aeropuerto

UBICACIÓN. Los terrenos, hoy propiedad federal, están en Santa Isabel Ixtapan, San Cristóbal Noxquipayac, San Salvador Atenco, Francisco I. Madero, San Miguel Tecolutla, San Felipe y Santa Cruz de Abajo, San Bernardino, Santa María Chimalhuacán y San Luis Huezotla. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
mariana.leon@eluniversal.com.mx
El gobierno federal compró mil 579 hectáreas desde 2002 a la fecha, con un costo de 2 mil 379 millones de pesos, en la zona considerada “conflictiva” en el perímetro del Lago de Texcoco, donde se construirá el nuevo aeropuerto de la ciudad de México.
La posibilidad de protestas por el inicio de los trabajos de esta obra es casi nula, porque los territorios ubicados en la mayoría de los ejidos en Santa Isabel Ixtapan, San Cristóbal Noxquipayac, San Salvador Atenco, Francisco I. Madero, San Miguel Tecolutla, San Felipe y Santa Cruz de Abajo, San Bernardino, Santa María Chimalhuacán y San Luis Huezotla son, en su mayoría, propiedad federal.
EL UNIVERSAL cuenta con copias de los 748 contratos firmados con los ejidatarios en los últimos 12 años, obtenidos a través de una solicitud de transparencia, que amparan la compra de todas las propiedades.
Se reconoce en los documentos el riesgo de conflictos que existía en esta franja. Advierte que “debido a la baja productividad agrícola en la zona, se tiene el riesgo de que los actuales propietarios, que en su mayoría son ejidatarios, los fraccionen y se urbanicen o en el peor de los casos éstos sean invadidos poniendo en riesgo la gobernabilidad del territorio”, es por esta razón la necesidad de comprar las propiedades.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó a través de esta información que los terrenos se adquirieron para el Proyecto de Mitigación y Rescate Ecológico en el Lago de Texcoco, que contemplaba un parque de 14 mil 500 hectáreas.
Esta administración, a cargo de David Korenfeld, continuó adquiriendo terrenos en estos predios durante 2014, como consta en los contratos revisados por este diario. En febrero de este año se siguieron pagando propiedades en los ejidos de San Felipe y Santa Cruz de Abajo, las más cercanas al polígono del nuevo aeropuerto.
En el Libro Blanco del proyecto, elaborado en 2012, se indica que se tuvieron reuniones con los ahora ex propietarios para demostrarles los beneficios del parque ecológico, que incluía canchas de futbol y gimnasios al aire libre; además de la reforestación de la zona erosionada.
Señala que “los grupos sociales organizados de la zona manifestaron un hartazgo hacia las promesas y compromisos incumplidos y actos de corrupción de diversas autoridades de todos los niveles de gobierno. Había un clima de rechazo a la presencia de autoridades para asuntos relacionados con la venta de terrenos por sobreprecios prometidos que no se cumplían”.
El diseño del parque ecológico fue elaborado en 2008, durante la administración panista, y se preveía como el pulmón más grande del país —más grande que el Bosque de Chapultepec— con canchas de futbol y voleibol. La mayor parte de los contratos con los ex propietarios fueron firmados durante 2009.
Sin embargo, la adquisición de terrenos también se dio a lo largo de este año, y de acuerdo con algunos de los contratos celebrados con ejidatarios, en febrero pasado se compraron lotes en el Ejido de Santa María Chimalhuacán [en el municipio del mismo nombre], y por uno de ellos se llegó a pagar 568 mil 273 pesos.
El monto se fijó a partir del dictamen del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
Originalmente el área destinada al parque iba a ser de 14 mil 500 hectáreas, según había anunciado la administración anterior, pero de acuerdo con los datos presentados el miércoles por los arquitectos ganadores del contrato, el nuevo Bosque Metropolitano de Texcoco, a un lado del nuevo aeropuerto, tendrá sólo una extensión de 670 hectáreas.
Los planos originales, diseñados por el arquitecto Iñaki Echeverría, muestran que en los terrenos que ocupaba el proyecto del Parque Ecológico se consturirá la nueva terminal aérea.
Durante la administración pasada también el gobierno designó a la empresa Constructora Virgo S.A. de C.V. para trabajos de “apoyo en el desalojo de viviendas, demolición y formación de caminos” en el área de Hidalgo y Carrizo perteneciente al proyecto del Parque Ecológico Lago de Texcoco.
Reconoce que “el real objetivo de este contrato fue el desalojo del predio que se encontraba indebidamente ocupado por personas que se habían establecido formando ya una colonia en vías de contar con todos los servicios”.
Ante el truncado proyecto del Parque Ecológico Lago de Texcoco, ahora se prevé que se conserven algunos aspectos ambientales. Hoy el gobierno federal dará a conocer algunos de los aspectos del plan que buscará darle sustentabilidad a la zona que ahora albergará a la nueva terminal aérea.
Cabe destacar que en su momento, el parque que se había diseñado buscaba mitigar el impacto ambiental de las condiciones de la zona. Existe un estudio de la Universidad Chapingo [documento que data de 2012], en el que se advierte que consideran la zona “susceptible de hundimientos” y por eso la necesidad de hacer un área de conservación.
“Actualmente, el fondo del lago está varios metros arriba del nivel de sus principales tributarios, obligando a operar por bombeo”, indica.
La justificación del proyecto, en su momento, advirtió que la desecación del vaso del Lago de Texcoco dejó al descubierto una extensa superficie con características extremas de salinidad y alcalinidad, lo que implica complicaciones para el desarrollo de especies vegetales en el lugar, quedando los suelos salinos superficialmente expuestos.
Se agrega que al oriente de la zona donde estaba el vaso del ex Lago de Texcoco hay casi 4 mil 630 hectáreas de tierras de cultivo de los municipios de Atenco y Texcoco, donde las condiciones de productividad son precarias.





