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WASHINGTON.— En un acto lo más próximo a la fanfarria y al oportunismo electoral, el gobernador de Texas, Rick Perry, anunció ayer el envío de un contingente de un mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera entre México y Texas para “reforzar la seguridad” ante la oleada de niños indocumentados que huyen de la violencia desde territorio centroamericano.

“El envío de este contingente, como parte de la Operación Seguridad Fuerte (como se le ha bautizado a este despliegue), está dirigido contra la delincuencia en la frontera, específicamente contra los cárteles mexicanos de la droga que han explotado esta tragedia (de los niños indocumentados de Centroamérica) para sacar provecho”, aseguró el gobernador de Texas.

“No voy a quedarme de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos están bajo asalto y niños de Centroamérica están en una situación miserable”, dijo el texano en una conferencia en Austin.

“El precio de la inacción es demasiado alto para los texanos”, sentenció el mandatario y descartó que el envío de reservistas sea una militarización de la frontera con México como han expresado legisladores locales, ya que “no se puede hablar de seguridad nacional, sino hay seguridad fronteriza”.

El anuncio de Perry se ha producido luego de la negativa del gobierno federal a enviar a un mayor contingente de la Guardia Nacional por considerar que el aumento sin precedentes de recursos y agentes de la patrulla fronteriza no justifican el despliegue de más efectivos.

La Constitución concede a los gobernadores la autoridad sobre la Guardia Nacional ante situaciones de emergencia estatal.

Critican decisión

En cuanto dio a conocerse el anuncio de Perry, quien coquetea con competir nuevamente por la nominación del Partido Republicano a la nominación presidencial, el demócrata por Texas, Julián Castro, arremetió contra el gobernador al asegurar que “en lugar de enviar a la Guardia Nacional, debería enviar a más voluntarios de la Cruz Roja para sortear esta crisis humanitaria”.

“Los niños que huyen de la violencia en América Central están buscando de forma voluntaria a los agentes de la patrulla fronteriza. No están tratando de evadirlos. ¿Por qué la necesidad de enviar soldados para capturar a estos niños?”, prosiguió Castro.

Por su parte, Greg Abbott, Procurador General de Justicia de Texas, indicó que el gobierno local está actuando solo ante la falta de respuesta de la administración federal y “estamos preparados para continuar con nuestro esfuerzo hasta asegurar la frontera y estamos preparados para responder legalmente a ello”.

En tanto, el General John Nichols indicó que las tropas de la Guardia Nacional pueden detener a personas en caso de que lo soliciten, pero los migrantes serán entregados al Departamento de Seguridad Pública y serán un factor de disuasión para los carteles del narcotráfico.