Hace algunas semanas hizo algunos movimientos en su gabinete, como la salida del secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Simón Neumann, y la obligada dimisión de su oficial mayor Édgar Armando González Rojas, señalado por supuestos actos de corrupción. Sin embargo, el jefe de gobierno de la ciudad de México no había tocado a ninguno de sus colaboradores más cercanos, a los del primer círculo.

Miguel Ángel Mancera hizo este viernes un movimiento con la renuncia de Fernando Macías, el hombre que manejó la política de comunicación social del GDF desde el arranque de la administración, nos informan.

Por supuesto, le hablamos de una posición estratégica y de un personaje que era de todas las confianzas de don Miguel Ángel.

En los hechos, Macías no se despegaba de Mancera en ningún evento público y estaba muy cerca de las reuniones privadas.

Y fue uno de los pocos funcionarios que estuvieron en el hospital, cuando el jefe de gobierno estuvo en recuperación después de la operación a corazón abierto, nos recuerdan.

 Sin embargo, el manejo de la comunicación en la crisis de la intervención quirúrgica no fue el más adecuado, porque hubo un intento deliberado de ocultar la gravedad del estado de salud de don Miguel Ángel, nos comentan.

Nos dicen que esta situación no fue el factor para la renuncia de su comunicador.

 Al interior del equipo mancerista se maneja que la salida de Macías estuvo pactada, en buenos términos y que se concretará el último día de noviembre, nos dicen.

¿Vendrán más movimientos en el círculo mancerista?