REYNOSA

“Me vine de mi país por la falta de dinero, de trabajo, y por las pandillas que nos agarran a los jóvenes a golpes para obligarnos a formar parte de ellos, por eso uno se viene para acá, para evitar ese tipo de situaciones, y para ganar dinero para ayudarle a mi mamá”.

Quien habla es Fredy, un joven salvadoreño de 17 años, quien trata de llegar a Estados Unidos por tercera ocasión. En su primer intento fue asegurado en Tamaulipas por las autoridades mexicanas; en el segundo, la Patrulla Fronteriza lo detuvo cuando cruzaba hacia Texas, pero está convencido de que esta vez sí lo logrará.

Sentado en un sillón, Fredy se frota las manos de nervios, mientras comenta que toda su infancia ha sido muy crítica, ya que en su casa vivía sólo con su mamá, pues su padre murió cuando era un niño y sus hermanos partieron muy pequeños a Texas, donde viven ahora.

Asegura que el camino de Chiapas a Tamaulipas fue muy difícil, ya que su viaje lo realizó en autobús para evitar la inseguridad, pero no contaba que serían las autoridades mexicanas quienes lo “asaltarían”.

“Yo venía con mucho miedo, por supuesto que sí, cuidándome de los delincuentes, pero resulta que fueron los policías federales mexicanos los que nos pedían entre 100 y 200 pesos en cada retén. Tuvimos que pasar por seis retenes en total”.

La primera ocasión que intentó llegar al país del norte fue asegurado en Reynosa y devuelto a su país. “Pero yo regresé de nuevo y pude cruzar hacia Estados Unidos”.

El joven salvadoreño relata que no le duró mucho el gusto de estar en el Valle de Texas, ya que la Patrulla Fronteriza los capturó y mantuvo en un centro de detención que estaba lleno de indocumentados esperando su deportación.

Lo enviaron de nuevo a su país, sin embargo, va por su tercer intento.

“Quiero ayudar a mi madre. Ella está sola en la casa, y pues yo voy a continuar insistiendo. Voy a tratar de llegar con mis hermanos que trabajan en Texas desde hace cinco años”.