El Consejo General de las Autodefensas de Michoacán determinó desconocer a José Manuel Mireles como vocero, debido a que "afecta al movimiento con sus declaraciones y viola las normas establecidas por este órgano".

Estanislao Beltrán confirmó a EL UNIVERSAL que desde este miércoles la vocería quedará a su cargo, y Alberto Gutiérrez, El Comandante Cinco, lo suplirá en caso de que él muera o por alguna circunstancia no pueda estar presente.

Detalló que esta tarde la dirigencia colectiva sostuvo una reunión en el municipio de Cualcoman, con al menos 38 grupos de autodefensas, y más de 30 ayuntamientos votaron a favor de la salida de Mireles.

Aclaró que él no estuvo en esa reunión y que sigue siendo amigo de Mireles, "pero nosotros tenemos ciertas reglas que tenemos que cumplir y en el Consejo General vamos a decidir cómo resolver si violamos o nos salimos de la norma.

En respuesta, Mireles dijo a este diario no haber sido notificado hasta este noche de su destitución, y minimizó dicha reunión al señalar que el encuentro sólo fue con autodefensas de dos municipios, sin embargo, después comentó que se trata de "una venganza" por el mensaje que le envío al presidente Enrique Peña Nieto.

Agregó que no hablaría con Estanislao Beltrán "porque no tengo nada de qué hablar con ese señor".

Al respecto, Beltrán dijo: "que quede muy claro que yo no lo destituí; fue una decisión del Consejo General, y todos estamos expuestos si no cumplimos las normas".

Sobre la petición que el Consejo hará a la Secretaría de Salud para que le realicen una revisión psicológica a Mireles, al considerar que resultó "afectado de sus facultades mentales" en el accidente aéreo ocurrido en enero pasado, indicó que "desde el golpe (Mireles) no es congruente en sus declaraciones. Yo no soy quien ni soy psicólogo para calificar su situación; fue una decisión del Consejo General".

En relación con el presunto vínculo de El Comandante Cinco con el supuesto nuevo cártel H3, dijo que son "inventos, mentiras, del crimen organizado, que quiere confundir al pueblo".

Explicó que el H3 nació como parte de la estrategia de las guardias civiles para defenderse, pues ante la cercanía de los criminales tenían que usar distintivos, como rayas amarillas o ruedas, los cuales eran copiados por los grupos criminales, en especial por los Templarios.

Agregó que las fuerzas federales les sugirieron usar una clave diferente, y como una Hummer H3 iba siempre hasta adelante de los contingentes, los identificaron como H3, "pero es mentira lo del nuevo cártel; los criminales son los que lo están diciendo".

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