La Subsecretaría de Gobierno del estado confirmó que un grupo de 27 familias originarias de la comunidad de Las Chascuitas, ubicada en la Tierra Caliente de Guerrero, permanecen desde hace algunos días refugiadas en este puerto.

Explicó que las familias, desplazadas de sus lugares de origen por la ola de violencia, son atendidas por la iglesia de Acapulco por su seguridad.

El subsecretario de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobierno de Guerrero, Victoriano Sánchez Carbajal, confirmó que esas 27 familias llegaron a este municipio desde hace una semana y que de acuerdo a su condición, ese grupo de desplazados pidió no informar su ubicación por seguridad, pues temen algún acto de represión en su contra.

"Hay familias de Las Chascuitas que determinaron radicar temporalmente en Acapulco. Son aquí 27 familias, 130 personas entre hombres, mujeres y niños. Ellos determinaron radicar en un lugar aquí en Acapulco pero no es público el lugar, así lo han solicitado por su propia seguridad", explicó.

Victoriano Sánchez explicó que desde este viernes comenzaron con la entrega de apoyos a estas 130 personas y que el gobierno del estado ha mantenido comunicación frecuente para darle todas las atenciones posibles.

"El gobierno del estado les brinda todo el apoyo para superar este efecto que muchas familias han sufrido en Michoacán y en otros estados de la República", justificó el funcionario.

En tanto, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, informó que la iglesia católica atiende en este puerto a 35 familias desplazadas del municipio de San Miguel Totolapan, las cuales se encuentran albergadas en un inmueble de Acapulco desde hace aproximadamente 15 días.

Explicó que la iglesia ha emprendido en Guerrero un proyecto especial de acompañamiento integral a familias afectadas por la inseguridad y la violencia, entre las que se encuentran personas desplazadas de la región de Tierra Caliente, así como las afectaciones ocasionadas por los hechos violentos ocurridos en Chilpancingo.

El sacerdote Bulmaro Hernández Morales detalló que la iglesia ofrece a estas personas acompañamiento pastoral, social, jurídico y psicosocial, a través de la Comisión Diocesana de Justicia, Paz y Reconciliación, la cual encabeza un proyecto de atención integral a víctimas de la violencia desde hace dos años.

Hernández Morales hizo un llamado a la población a donar víveres, agua, ropa, directamente en la Parroquia de San Andrés de Padua, en la colonia Hogar Moderno, para de ahí llevarlas a donde se encuentran las familias desplazadas.

spb