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Crónica Rescate en helicóptero con lágrimas en los ojos

Julián Sánchez, enviado| El Universal
01:03Acapulco | Miércoles 18 de septiembre de 2013
Aspecto de las familias rescatadas

RESCATE Aspecto de las familias rescatadas. (Foto: Julián Sánchez EL UNIVERSAL )

Rescatistas del Estado de México llevaron a la base naval de Icacos a diez personas atrapadas en azoteas de Acapulco

julian.sanchez@eluniversal.com.mx

La desesperación era evidente. La angustia y el miedo se quedó bajo el agua junto con sus pertenencias al ver la llegada del helicóptero del Gobierno del Estado de México que llegaba a rescatarlos.

Fueron casi cinco días de desesperación. Primero, al ver cómo el agua iba inundando sus casas en un pequeño fraccionamiento de 25 viviendas llamado Campestre de la Laguna, en Acapulco, y luego al pasar los días y no ver quien los rescatara, pese a las llamadas de emergencia, que dijeron, hicieron en varias ocasiones.

Después, el verse encerrados en una "trampa mortal", convertida así por quienes se dicen dueños del lugar y que cerraron con candados el portón de acceso al fraccionamiento y que en la emergencia, desaparecieron.

"Responsabilizamos a José Luis y Francisco Pineda Pineda y a Julio Rodríguez, de haber cerrado el portón", dijo una mujer con las lágrimas en los ojos.

Janet Mendoza y Erika Chávez, fueron dos de una decena de personas que fueron rescatadas ayer en dos helicópteros relámpago, cinco de ellas niños.

"Perdimos todo, nuestros muebles, nuestro coche, todas nuestras cosas", expresó Janet Mendoza, quien vivía ahí con su hijo Damián Alexis Salgado Mendoza y su esposo, quien no vivió los momentos difíciles de su familia porque se encontraba trabajando en la zona hotelera.

Con dos cachorros de su perra Luna metidos en un recipiente de plástico, Empapada y con lodo en su ropa, Janet subió al helicóptero sin poderse llevar a la madre de sus caninos. Primero se aseguró que subieran a su hijo en la otra aeronave y después intentó infructuosamente subir a otra con su perra.

En una acción coordinada por personal especializado de la Policía Federal, Protección Civil del gobierno de Guerrero y los rescatistas del Estado de México, llevaran a la base naval de Icacos, Acapulco a esas diez personas, como lo hicieron constantemente a diferentes sitios en helicópteros de varias instituciones, y que fueron trasladados a a los más de 20 albergues y refugios.

Se convirtieron en parte de las cerca de las seis mil personas ubicadas hasta ayer por la noche en albergues y de los 100 mil damnificados tan sólo de Acapulco.

"Deberían ir por la demás gente", insistía Erika Chávez Vargas, una de las personas rescatadas del fraccionamiento Campestre de la Laguna, quien les decía al personal de Protección Civil que aún había como 20 personas atrapadas.

"Hay un señor que está enfermo, es autista. Y hay otro en silla de ruedas. Deben ir por ellas pronto, porque por nosotros se tardaron mucho, desde el sábado estuvimos hablando y hablando y no es justo que hasta apenas hayan venido por nosotros", reclamaba Erika Chávez.

"Lamentablemente autoridades del municipio dijeron que ya no había nadie, me enteré porque mi cuñado es militar", dijo la mujer, quien desesperada decía que había perdido todo.

"Sólo me traje unos papeles, pues que más podía traerme", cuestionó mientras se limpiaba el lodo del pantalón y los zapatos, mientras empleados de Protección Civil de Guerrero, le daban a ella y a otros sendas playeras.

Aunque agradeció la labor que realizaron los rescatistas del Estado de México.

El paramédico rescatista del estado de México, Víctor Figueroa, es uno de ellos, quien con 14 años de experiencia llegó hasta el citado fraccionamiento en su unidad relámpago, junto con Mario Martínez, el operador de rescate y el piloto.

La aeronave, explicó, cuenta con una grúa de rescate con capacidad para cargar más de 200 kilogramos y una longitud de 50 metros.

Figueroa resalta que en estos casos primero se hace un reconocimiento de la zona y una vez definidas las condiciones y localizadas las personas a rescatar, descienden "para llevar a cabo la extracción de la gente", o brindarles atención médica de emergencia para luego trasladarlas, a quienes las requieran a un hospital o las personas afectadas, como en este caso, a los albergues.

Esa, fue una tarea constante ayer y seguirá hoy, hasta que pase la emergencia ocasionada por las lluvias que comenzaron desde la noche del jueves pasado y que ayer fueron menos intensas.

ml



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