Republicanos van contra plan migratorio
Video. Presidentes de varios países latinoaméricanos celebran la reforma; por su parte Republicanos lo califican de sabotaje a la nación
APOYO. El presidente Barack Obama abraza a la dreamer Astrid Silva antes de hablar a los estudiantes y defensores de una reforma migratoria en la escuela preparatoria Del Sol, en Las Vegas. El mandatario defendió su decisión ejecutiva para frenar la deportación de hasta cinco millones de indocumentados. (Foto: NICK OZA. AP )
Washington.— Un día después de protagonizar un acto de alcances históricos, con el anuncio de los decretos que sacarán de las sombras hasta a cinco millones de indocumentados, el presidente estadounidense Barack Obama enfrentaba ayer el contraataque de los republicanos con una demanda legal que resucitará la vieja batalla contra su ley de salud y buscará contrarrestar sus órdenes ejecutivas.
En su demanda, interpuesta ante una corte federal del Distrito de Columbia, los republicanos acusan a Obama de abuso de su autoridad ejecutiva mediante la implementación de medidas unilaterales. Aunque la demanda se refiere específicamente a la aplicación de la reforma de salud de 2010, conocida como “Obamacare”, el liderazgo republicano piensa utilizarla como punta de lanza contra las órdenes ejecutivas del presidente Obama en el frente migratorio.
La decisión de ampliar esta demanda hacia el frente migratorio era sopesada por miembros del Partido Republicano. Una eventualidad que, en cualquier caso, deberá someterse a votación de la Cámara de Representantes.
En este sentido, el polémico alguacil del condado de Marycopa, en Arizona, Joe Arpaio, se adelantó al liderazgo republicano en el Congreso al informar ayer que, desde el jueves pasado, presentó una demanda ante una corte federal en esta capital para impedir la implementación de las órdenes ejecutivas de Obama en beneficio de hasta 5 millones de indocumentados.
“Estoy tratando de obligar al presidente y a los demás demandados a que acaten la Constitución”, dijo Arpaio para justificar una demanda que, según expertos legales, tiene muy pocas posibilidades de prosperar dado el amplio margen discrecional del que goza el presidente para emitir órdenes ejecutivas. En otras palabras, más que conseguir el éxito de una demanda, de lo que se trata es de agitar a las bases, consideró Jonathan Turley, profesor de derecho en la Universidad George Washington.
La contraofensiva de los republicanos se topaba con un Obama exultante que ayer protagonizaba en Las Vegas un acto de reconciliación con esa comunidad hispana que le dio la espalda en las pasadas elecciones de medio término y será crucial en las presidenciales de 2016.
Protestas. En un evento celebrado en la escuela preparatoria Del Sol —donde un pequeño grupo de manifestantes le gritó “Obama, el peor presidente en la historia de EU” y pedía su juicio político—, el mandatario fue recibido por una multitud de estudiantes, entre ellos “dreamers”, al grito de “Sí se puede”. Obama defendió su decisión de implementar las órdenes ejecutivas que protegerán a casi 5 millones de indocumentados de la amenaza de las deportaciones masivas y les permitirán trabajar de forma temporal.
“Con estas medidas, en un plazo de 10 años, nuestra economía crecerá hasta en un 0.4% o en unos 90 mil millones de dólares en los próximos 10 años”, dijo Obama. Reiteró su disposición a dialogar con el liderazgo republicano que tomará el control del Congreso a partir de 2015: “Si no les gustan estas órdenes ejecutivas, pues aprueben una reforma migratoria y pónganla sobre mi escritorio”, insistió. Ayer, Hillary Clinton rtespaldó el decreto migratorio de Obama. “Creo que el presidente dio un paso histórico y yo lo respaldo”, afirmó Clinton en la Sociedad Histórica de Nueva York, Con información de AP