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El presidente Enrique Peña Nieto consideró que las decisiones ejecutivas en materia migratoria del mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, son “un acto de estricta justicia” para millones de mexicanos radicados en ese país.

Al inaugurar el Encuentro Nacional de Procuración y Administración de Justicia, Peña Nieto consideró que estas medidas permitirán que más familias permanezcan unidas y que incluso puedan recuperar lazos con sus parientes que permanecen en México.

“Esto me parece que, hablando de justicia, es un acto de estricta justicia que valora las grandes aportaciones de millones de mexicanos al desarrollo del país vecino de Norteamérica”, puntualizó.

El mandatario anunció que ha instruido a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que, a través de la red de 50 consulados mexicanos en la Unión Americana, se acompañe este esfuerzo y se brinde apoyo a todos los mexicanos que deseen beneficiarse de las medidas ejecutivas anunciadas por el presidente Barack Obama.

Ante jueces, magistrados, procuradores y fiscales, el Presidente de la República señaló: “Y aquí, en este espacio, quiero expresar [y hacer] público un reconocimiento, como país, al presidente de Estados Unidos por el anuncio hecho el día de ayer [jueves].

“Anunció acciones ejecutivas de responsabilidad por la inmigración, que esto permite ampliar las opciones educativas y laborales de prácticamente cinco millones de personas en aquel país”.

Consideró que estas medidas son de alivio para los migrantes, especialmente de origen mexicano. Son —dijo— las más importantes que se han tomado en varias décadas, prácticamente en los últimos 30 años.

“Y quienes se verán beneficiados son migrantes de origen mexicano que llevan años ya de vivir en Estados Unidos, y son de este sector la mayor parte quienes recibirán este beneficio”, enfatizó Peña Nieto.

La víspera, en un mensaje a la nación, Barack Obama invocó el quehacer de otros presidentes que a lo largo de la historia han echado mano de órdenes ejecutivas para salir al paso de una crisis humanitaria.

Además, frente a quienes lo acusan de decretar una amnistía, Obama aseguró que bajo la actual situación los más de 11 millones de indocumentados “ya viven bajo una amnistía de facto”, lo que es malo para un país que lleva demasiado tiempo dando la espalda a su carácter como nación que se ha forjado con inmigrantes.

Los beneficiarios deberán pasar un control de antecedentes y pagar impuestos para poder contar con permisos de trabajo y residencia temporales.