En una reunión con uno de sus más duros críticos, el presidente Barack Obama dijo el miércoles que estaba abierto a todas las sugerencias del gobernador de Texas, Rick Perry, sobre cómo hacer frente a la ola de menores centroamericanos que cruzan solos la frontera desde México y exhortó al Congreso a aprobar su solicitud de más fondos para poder implementar esas y otras ideas.

Obama dijo que estaba dispuesto a considerar el envío de la Guardia Nacional a la frontera, como sugirió Perry, pero advirtió que sería sólo una solución temporal. Señaló que si Perry y los republicanos quieren que se resuelva el problema a largo plazo, deberían presionar al Congreso para que actúe rápidamente para financiar su solicitud.

Perry pidió además a Obama autorizar el uso de aeronaves no tripuladas para identificar tráfico ilegal y nuevamente solicitó al presidente que visite la frontera para ver la situación de primera mano.

"No hay nada que el gobernador haya indicado que le gustaría ver a lo que yo tenga una objeción en principio" , dijo Obama después de la reunión con Perry y otros líderes locales.

Obama dijo que Perry manifestó cuatro áreas de preocupación: la cifra de agentes de la Patrulla Fronteriza, la ubicación de esos agentes, las diferentes políticas para inmigrantes provenientes de México en relación con los centroamericanos y el funcionamiento del sistema judicial de inmigración de Estados Unidos.

Obama dijo que si el Congreso aprueba la solicitud de financiamiento de emergencia, el gobierno tendrá los recursos para implementar algunas de las propuestas de Perry. Dijo que el problema se puede solucionar si los legisladores están interesados en solucionarlo, pero que si la preferencia es el debate político, no se solucionrá.

Perry, un posible candidato presidencial del Partido Republicano a la contienda de 2016, ha sido un crítico mordaz del manejo de Obama a la inmigración ilegal.

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