WASHINGTON.— La seriedad y alcance de la crisis humanitaria de miles de niños indocumentados obligó ayer al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a redoblar su demanda de fondos de emergencia al Congreso por un total de 3 mil 700 millones de dólares.

En una carta al líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, Obama justificó esta petición con carácter urgente para reforzar la seguridad fronteriza con más agentes, multiplicar la intensidad del patrullaje aéreo, redoblar la asignación de jueces de migración y habilitar nuevas instalaciones como albergues provisionales.

La Casa Blanca confirmó que no contempla el despliegue de la Guardia Nacional, como lo exigen los gobiernos de Texas y Arizona. “Los recursos invertidos recientemente en la frontera no justifican un despliegue de la Guardia Nacional”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en alusión a las cifras históricas asignadas para reforzar la seguridad fronteriza y que actualmente superan los 17 mil millones de dólares al año y los más de 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza.

La mitad de los fondos pedidos por Obama (mil 800 millones de dólares) servirán para mejorar la calidad de resguardo de los menores de edad, cuyos casos entrarán en una fase acelerada de revisión legal y, llegado el caso, de deportación.

Obama se mostró dispuesto a seguir colaborando con el Congreso para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) goce de poderes discrecionales en la tramitación de casos y en la devolución de aquellos niños que llegan solos y que son originarios de naciones no contiguas a EU como Guatemala, Honduras y El Salvador.

EU planea dar prioridad a los niños migrantes más que a los adultos en las audiencias de deportación, dijo a Reuters un funcionario del Departamento de Justicia.

El lunes, una coalición de organizaciones comunitarias exigió a Obama un gesto de compasión para conceder a esos niños un estatus automático de refugiados.

En su carta, Obama detalló que otra parte de los fondos solicitados (295 millones de dólares) se canalizarán a través del Departamento de Estado para ayudar a los gobiernos de Centroamérica a mitigar el impacto del retorno de miles de niños que serán repatriados a sus sitios de origen.

Además, se contempla la asignación de 5 millones de dólares para campañas publicitarias en México, Guatemala, Honduras y El Salvador para convencer a las familias sobre los enormes riesgos que corren sus hijos al intentar cruzar la frontera y sobre la falsedad del rumor de que les será concedido algún tipo de amnistía, o se beneficiarán de una eventual reforma migratoria, una vez que estén en EU.

El anuncio de los fondos solicitados (de los cuales un mil 100 millones de dólares serán asignados a DHS y a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) se produce a sólo unas horas de la gira del presidente Obama por las ciudades de Austin y Dallas, en medio de una escaramuza política con el gobernador de Texas, Rick Perry, y el liderazgo del Partido Republicano.

Obama declinó la invitación de Perry para visitar los centros de detención y refugios a donde han sido trasladados miles de niños, y el gobernador de Texas rechazó la invitación del mandatario para reunirse con él en la breve escala que el avión presidencial hará hoy en el aeropuerto de Texas para discutir los pormenores de esta oleada migratoria.

Earnest explicó que Obama no irá a los centros de detención porque “sabe muy bien lo que está ocurriendo en la frontera”. Durante su gira por Dallas y Austin, el presidente encabezará varios actos electorales y se reunirá con activistas comunitarios y líderes religiosos que han estado en la primera línea para atender los casos de niños indocumentados que han llegado al país.

Obama recibirá mil 100 llamadas telefónicas a partir hoy exigiéndole que proteja a los niños migrantes, pero también a sus familiares que se encuentran de forma irregular en Estados Unidos.

La campaña denominada “Agilice el Alivio y Proteja a los Niños”, será encabezada por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHIRLA) y asociaciones centroamericanas y mexicanas en EU.

Dentro de las acciones para presionar al presidente habrá hoy una vigilia en Murrieta, California, en honor a los niños migrantes que se encuentran detenidos en algún centro de detención en este país. (Con información de agencias)