El secretario general de la ONU retiró una invitación de último minuto hecha a Irán a las conversaciones de paz sobre Siria que serán esta semana y dijo que está "profundamente decepcionado" por las declaraciones que hizo Teherán el lunes.

La Coalición Nacional Siria, el principal grupo de oposición reconocido por occidente, dio su visto bueno a la decisión de la ONU y dijo que asistirá a las pláticas de paz en Suiza después de que la ONU retiró su invitación a Irán.

Un vocero de Ban Ki-moon anunció el retiro de la invitación menos de 24 horas después de que el secretario general sorprendió a Estados Unidos y otros al anunciar que había invitado al aliado más cercano de Siria en la región. Además, la oposición había amenazado con boicotear las negociaciones. Washington dijo que la invitación debería rescindirse.

El retiro de la invitación se produjo poco después de que el embajador de Irán en la ONU declarara que la república islámica no deseaba participar en las negociaciones de Siria si tenía que aceptar una hoja de ruta trazada en Ginebra en 2012 porque no participó en la conferencia que la elaboró.

Las negociaciones tienen como fin reunir por primera vez representantes del gobierno del presidente Bashar Assad y miembros de la oposición respaldada por Occidente que intenta derrocarlo.

La conferencia comenzará el 22 de enero en el lujoso destino turístico suizo de Montreux y participarán delegaciones de alto nivel de Rusia, Estados Unidos y otros 40 países. Las negociaciones cara a cara entre el gobierno sirio y los opositores -las primeras desde el levantamiento que comenzó en marzo de 2011- iniciarán el viernes 24 en Ginebra.

La Coalición Nacional Siria dijo el lunes que Irán debía comprometerse públicamente a retirar sus "tropas y milicias" y permitir la formación de un gobierno de transición según los acuerdos alcanzados en Ginebra en 2012, de lo contrario, la ONU debía retirar la invitación que le hizo de último momento.

La confusión que rodeó a la invitación a Irán subrayó la frágil naturaleza del esfuerzo diplomático para poner fin al conflicto, que se comenzó con manifestaciones pacíficas y se trasformó en una despiadada guerra civil con potencias externas respaldando a rebeldes que no sólo combaten al gobierno sino también a los insurgentes.

No está claro qué motivó a Ban a hacer la invitación, pero la hizo horas después de que Teherán le habría asegurado que aceptaría la premisa de las negociaciones sobre Siria, la cual ha sido gobernada por la familia de Assad desde 1970.

Irán es el aliado de Assad más fuerte en la región y ha abastecido al gobierno con asesores, dinero y material desde el inicio del conflicto. Los aliados de la República Islámica, más notablemente el grupo extremista libanés chií Jezbolá, también tienen presencia en Siria para apuntalar a las fuerzas del gobierno.

rcr