Siete soldados ucranianos murieron durante la noche en combates en el este del país, informó un funcionario el viernes, mientras estallaban combates entre fuerzas del gobierno y rebeldes prorrusos antes de la publicación de un plan presidencial que incluye un cese de fuego unilateral.

Los separatistas que quieren apartarse del gobierno en Kiev operaban tanques en la región y Ucrania acusa a Rusia de permitir el cruce por la frontera de los blindados, como también armas largas.

Vladislav Seleznev, vocero de las fuerzas ucranianas en el este, dijo que además de los siete muertos, 30 soldados resultaron heridos en combates cerca del pueblo de Yampil en la región de Donetsk. Agregó que 300 rebeldes murieron, aunque no pudo verificarse inmediatamente.

Un reportero de la Associated Press vio a combatientes prorrusos movilizarse en una columna con dos tanques y tres vehículos blindados de transporte de personal cerca del pueblo de Yanakiyeve en dirección de Horlivka, en la región separatista de Donetsk. Los tanques llevaban pequeñas banderas de una milicia prorrusa, pero no presentaban otras marcas. Los combatientes no quisieron decir cuál era su objetivo y se limitaron a afirmar que se trataba de una "operación secreta" .

El presidente ruso Vladimir Putin ha manifestado preocupaciones por la operación militar ucraniana contra los rebeldes, pero ha resistido tanto las reclamaciones de los rebeldes de unirse a Rusia como los llamamientos de los nacionalistas rusos de que envíe soldados a Ucrania.

La OTAN, mientras tanto, informó el jueves que Rusia volvía a acumular fuerzas en su frontera con Ucrania.

El presidente ucraniano Petro Poroshenko discutió el jueves detalles de su plan de paz telefónicamente con Putin. El despacho presidencial dijo que Poroshenko recalcó la necesidad de introducir controles fronterizos efectivos y de poner en libertad rápidamente a los rehenes capturados por los rehenes.

Poroshenko ha dicho que el plan comenzará con un breve cese de fuego e incluirá amnistía para los combatientes prorrusos que no hayan cometido delitos graves, un corredor para que los combatientes de Rusia salgan del país, patrullas de seguridad conjuntas, elecciones locales y parlamentarias pronto, y protecciones para el uso del idioma ruso.

Líderes de los rebeldes desestimaron el plan y resta por verse en qué medida lo cumplirán.

El vocero de Putin, Dmitry Peskov, dijo que las autoridades rusas estaban sorprendidas por las manifestaciones de preocupación en Occidente por la acumulación de fuerzas y agregó que solo se trata de una medida anunciada previamente para reforzar los controles fronterizos.

"Esta no es cuestión de concentración de fuerzas, sino el refuerzo de los controles fronterizos de la Federación Rusa" , dijo Peskov, según la agencia noticiosa Itar-TASS.