Activistas sirios denunciaron dos supuestos ataques químicos por parte de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en las localidades de Harasta, en la periferia de Damasco, y en Kafr Zita, en la provincia central de Hama.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos citó a fuentes médicas del hospital de Kafr Zita, según las cuales llegaron ayer a ese centro varios casos de asfixia e intoxicación tras un bombardeo de la aviación gubernamental.

Según las fuentes, una espesa nube de humo se expandió por la población tras el ataque aéreo.

La ONG agregó que en Harasta hubo también varias personas con síntomas de asfixia tras otro bombardeo similar de las fuerzas del régimen.

Activistas locales señalaron al Observatorio que los efectivos gubernamentales emplearon un gas tóxico en ese bombardeo.

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, dijo en un comunicado que se empleó un gas tóxico con una alta concentración de pesticidas en el ataque de Harasta, y afirmó que causó la muerte de un número indeterminado de civiles.

El pasado 9 de abril, el presidente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Ahmed Üzümcü, anunció que en "mayo o junio" Siria podrá declararse como un país libre de armas químicas, a falta de que se produzcan algunas "verificaciones" y se completen los últimos envíos de material.

En septiembre pasado, el régimen sirio aceptó destruir su arsenal químico tras un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia que evitó una intervención militar estadounidense en Siria tras un bombardeo con armas químicas en agosto en un suburbio de Damasco.

Washington acusó al régimen de Damasco de estar detrás de dicho ataque, lo que fue negado por las autoridades sirias.

Una misión conjunta de la ONU y de la OPAQ se está encargado de sacar las armas químicas fuera del país para su destrucción en el mar.

jlc