El escritor y periodista argentino Hernán Casciari aseguró esta mañana que contrario a todas las generaciones que aprendieron a leer en el libro impreso, las nuevas generaciones no sienten ninguna nostalgia y melancolía por ese objeto, más bien no pueden concebir el mundo sin los artefactos electrónicos, con lo cual el reto de los escritores, periodistas, editores no son las plataformas de lectura, sino la exigencia que ahora tienen de contar las historias.

Durante la segunda conferencia magistral dentro del Tercer Simposio Internacional sobre el Libro Electrónico, que se realiza desde ayer en el Museo Nacional de Antropología con el tema "La cadena del libro en el mundo digital", Casciari dijo que las tecnologías implican un cambio de paradigma para la imaginación de los escritores.

"En realidad las plataformas no me interesan, me preocupa muchísimos que estemos perdiendo las capacidades de generar en el otro sorpresa, emoción, diversión, información", señaló el periodista que en 2004 comenzó a escribir artículos, ensayos y piezas cortas de ficción en Orsai, su blog personal que se convirtió pronto en una revista y que hace unos años concluyó.

Hernán Casciari aseguro: "Necesitamos ser personajes de esta época, es absolutamente necesario que seamos personajes de esta época, si no vamos a estar siempre para atrás. Quiero decir: hay cosas maravillosas en todos los tiempos y en todos los momentos hay gente que siente añoranza, pero posiblemente esto sea el gran arte dentro de 150 años".

Dijo que es hora de ser personas de esta época y entender que las historias que hay que contar ahora, son tremendamente distintas y que ya tiene mucho sentido contarle "Caperucita roja" a un niño, que es nativo digital, y no puede entender la incapacidad de esa chica en un bosque si puede tener wifi. "No sé si tiene sentido contarle esa historia o volver a inventar la literatura infantil".

Casciari aseguró que hoy en día los escritores tienen dos incapacidades muy grandes que tiene que ver con que se movió absolutamente la estructura narrativa, y por el otro, volver a escribir en medio de todos los elementos que distraen la lectura y la escritura; y esa es la imposibilidad de concentrarse.

rqm