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Después del derrumbe del edificio en construcción, ubicado en la esquina de Pestalozzi y Ángel Urraza, en la colonia Del Valle, y en el que falleció una persona y 17 resultaron lesionadas, ni la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ni la delegación Benito Juárez, ni la empresa contratista asumieron responsabilidad por el accidente.

Aunque la construcción se realizaba en el predio de la subestación eléctrica Narvarte, de la CFE, este organismo responsabilizó al Consorcio CYMI-Cobra, empresa contratista formada por dos firmas españolas dedicadas a la instalación de infraestructuras eléctricas.

Por su parte, el jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero, se deslindó de lo ocurrido y aseguró en su cuenta de Twitter que no es responsable de dar permisos de construcción, sino que es facultad de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) del DF y que, además, se trata de una obra pública y no de particulares.

Sin embargo, consultado al respecto, el ingeniero Jorge Jiménez Álvarez, presidente del Comité Panamericano de Desarrollo Urbano, aseguró que toda obra, pública o privada, debe ser vigilada por la delegación donde se ubica.

“La delegación no debería deslindarse, están obligados a exigir que se cumpla con el Reglamento de Construcciones, no importa si el inmueble es particular o del gobierno federal o del DF”, dijo Jiménez en entrevista con EL UNIVERSAL.

La diputada por Benito Juárez, Dinorah Pizano (PRD), exigió a autoridades delegacionales revisar las construcciones vigentes.

Accidente, sin explicación

Según los testimonios de albañiles, la cimbra —molde en el que se vierte el concreto— se venció. Al parecer, no pudo resistir el peso de la mezcla, lo que provocó el colapso en el que 17 de los 70 trabajadores de la obra quedaron sepultados.

La Secretaría de Seguridad Pública del DF informó que ante una llamada de auxilio, alrededor de las 7:30 horas, acudieron los bomberos y paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas.

También llegaron rescatistas de Cruz Roja y de la UNAM.

Ocho lesionados fueron trasladados a hospitales y nueve fueron atendidos en el lugar; sus edades están entre los 20 y 60 años. Uno de los empleados, identificado como José Trinidad Santiago, carpintero de 23 años, perdió la vida al quedar sepultado. El resto salió a tiempo. Hasta el cierre de esta edición, ninguna autoridad había dejado en claro quién se hará responsable de la indemnización de los heridos y la persona que perdió la vida.

La procuraduría capitalina inició una averiguación previa por los delitos de homicidio imprudencial y lesiones contra quien resulte responsable, aunque se preveía que la Procuraduría General de la República atrajera la investigación por ser propiedad federal. Al cierre de esta edición se esperaba que el encargado de la obra declarara. (Con información de Claudia Bolaños, Geovana Royacelli y Vanessa Romero).