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Miriam vive en el séptimo piso de un edificio localizado entre las calles de Rafael Lucio y Doctor Navarro, en la colonia Doctores de la delegación Cuauhtémoc.

La mañana de ayer, estaba despierta cuando un temblor de 7.2 grados, con epicentro en el estado de Guerrero, sacudió su casa.

“Yo estaba acostada cuando comenzó a temblar. Mi hija aún estaba durmiendo, así que la paré y nos fuimos a refugiar a un costado de una trabe, porque algunos vecinos dicen que es lo más seguro”, comentó.

Dijo que prefirió mantenerse dentro de su hogar porque, a su parecer, es más peligroso bajar por las escaleras, durante un temblor.

En el departamento de Miriam se botó algo de yeso de las paredes a causa del movimiento telúrico.

Cuando dejó de temblar, ella y su hija salieron para preguntar a sus vecinos si necesitaban algo.

En las escaleras vieron trozos grandes de yeso y en la parte externa del edificio se encontraron, tirados, pedazos de ladrillo que se botó de la pared.

Al lugar llegaron elementos de la Policía capitalina y de Protección Civil de la delegación, acordonaron la zona y negaron el paso a Miriam y sus vecinos por seguridad.

El edificio de esta mujer ya registraba grietas producto de temblores de otros años.

“Después de que revisaron los daños, nos dejaron entrar a sacar algunas cosas de nuestros departamentos”, mencionó Miriam, mientras sujetaba dos maletas que hizo para ir a la casa de su hermana unos días.

Los desalojaron

Nancy Cruz, vecina de Miriam, vive en el cuarto piso del edificio. “Fue horrible, nos movíamos para todos lados”, expresó.

En su casa estaban ella, su papá y su hijo, cuando comenzó a temblar: “Apenas íbamos a desayunar, estábamos en pijama porque es día de asueto. De pronto, escuchamos la alarma sísmica, pero no tuvimos tiempo de salir y nos quedamos adentro”.

En su casa se hicieron algunas grietas y cayeron trozos de yeso de los muros.

Cuando dejó de temblar, Nancy y sus familiares salieron y se dieron cuenta de que al lugar comenzaron a llegar policías y personal de Protección Civil.

Alrededor de las 10 de la mañana, personal de esas áreas tocó el timbre de cada departamento para desalojar a los residentes.

“Nos dijeron que sacáramos lo básico; yo tomé documentos porque no podía llevar más conmigo”, dijo.

En algunas calles de la colonia Doctores cortaron el suministro de electricidad, pero en el edificio donde vive Nancy nunca se fue la luz. “Hubo una fuga de agua, pero siempre tuvimos luz, agua y línea de teléfono”.

Durante horas, hombres, mujeres y niños se mantuvieron afuera del edificio localizado en la intersección de Rafael Lucio y Doctor Navarro. Esperaban que el personal de la Secretaría de Protección Civil determinara si podían ingresar.

“Creo que la mayoría de los que vivimos aquí vamos a quedarnos”, dijo Nancy.