francisco.nieto@eluniversal.com.mx

Para el precandidato del PRI a la gubernatura de Michoacán, José Ascención Orihuela, su designación —entre cuatro aspirantes— sí fue “la rifa del tigre”, pero asegura tener la “vocación” para contender en situaciones complejas como la que actualmente vive su estado.

“Ustedes (los reporteros) tienen trabajos que son muy interesantes, pero que también son de alto riesgo: es como cuando mandas a un corresponsal a una zona de guerra o donde hay peligro, van con vocación”, ejemplifica.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el senador priísta con licencia relata que esta idea se asemeja a la política y a lo que se vive en su estado, por ello buscará que en el arranque de su precampaña, al interior de su partido, se privilegie la unidad.

A partir de hoy, Chon Orihuela —como le gusta que le digan— recorrerá su estado para visitar a los delegados priístas, a quienes invitará a que se sumen al proyecto de trabajo con miras a competir en estas elecciones locales.

Para el precandidato priísta a la gubernatura de Michoacán es importante enfatizar que su designación se dio por unidad y que los otros cuatro aspirantes, al ver que sus posibilidades se reducían, finalmente optaron por sumarse a su proyecto.

¿Qué significado tiene que el PRI vuelva a procesar otra candidatura de unidad, como sucedió con la de Nuevo León?

—Cuando el partido inició las tareas previas para encontrar candidato a gobernador en Michoacán y con la gente que tenía las condiciones, se habló de cuáles eran las circunstancias que vivíamos en el estado y acordamos que un principio era construir una candidatura de unidad.

¿Por qué? Porque hoy Michoacán vive momentos complejos y extraordinarios y la primera señal que el PRI debía dar era la de construir la unidad para, a partir de ella, convocar a nuestra militancia, convocar al PRI a unirse en todas las candidaturas.

Esto permite ver las cosas con mayor claridad y tener instrumentos que miden quién puede tener mejores condiciones para la competencia electoral, quién tiene un perfil que la sociedad acepta. Todo eso influye. A partir de eso el Comité Ejecutivo Nacional estuvo convocando a quienes en aquel momento aspirábamos (a la precandidatura) y, después de reuniones y pláticas entre nosotros, se acordó que la candidatura recayera en mí, porque fue el acuerdo y hay condiciones para la competencia electoral.

Yo gané las últimas elecciones en Michoacán para senador, le gané ampliamente al PAN y PRD, ese es un antecedente que cuenta mucho. Después de eso hay convocar a los priístas y a los michoacanos a la unidad para enfrentar los problemas que tenemos, que son muchos y de gran calado.

¿Cuántos aspirantes hubo?

—Había cuatro, cinco conmigo que cumplían las condiciones de la convocatoria; había un joven empresario que se sumó a la búsqueda de una posible candidatura. Estuvieron Víctor Silva, Alfredo Anaya, Wilfrido Lázaro, Jaime Darío Oceguera y Adrián Huerta, que es un joven empresario, y yo; entonces, al final de esta ruta que nos marcamos la decisión es que yo fuera el abanderado del PRI.

¿Quedaron aspirantes dolidos?

—En el PRI estamos acostumbrados a construir acuerdos, a construir la unidad, porque son temas que hay que seguir trabajando. De la unidad de la candidatura a gobernador hay que pasar a las unidades en las candidaturas a diputados federales, a diputados locales, hay que construir la unidad en las candidaturas a presidentes municipales y siempre hay que estar trabajando en torno a ello. Esto se construye con acuerdos, participación y con la integración de los mejores equipos para ir a una campaña que será amplia, rápida y de mucha competencia.

Todavía no inicia la campaña, pero ¿qué le quisiera decir a la clase política priísta de Michoacán?

—Hoy empiezo —como la ley me lo permite— un recorrido por el estado para tener contacto con los delegados a la convención. Y a los delegados del PRI les diría que vamos a hacer una campaña convocando a la unidad de los michoacanos, que Michoacán es un estado rico, que necesitamos convertirlo en un estado próspero y que para eso también necesitamos la unidad. Nuestra campaña girará en torno a la unidad del PRI.

¿Por qué meterse en esta situación, como se encuentra ahora Michoacán, dicen que es como sacarse la “rifa del tigre”?

—He ganado cinco elecciones y he tenido seis cargos de representación popular. Es mi vocación, es el momento que estamos viviendo y eso no se puede eludir. Tengo la aspiración de servirle a mi estado, creo que las condiciones que se viven, que son complejas, extraordinarias y difíciles, son un reto y son una posibilidad real de servir, de trabajar por Michoacán y de reconstruir muchas de las cosas que hemos perdido.

¿Cómo hacerle para retener la gubernatura?

—Ya dije la primera parte: construir la unidad del PRI, tenemos esa vocación, estamos en comunicación permanente con mis compañeros que participaron en la primera etapa y conjuntamente con ellos vamos delineando acciones, trabajos que deben consolidar la unidad del PRI para ganar las elecciones, convocar a la sociedad michoacana a la unidad y enfrentar los problemas que tenemos.