Cada uno por su lado, los grupos parlamentarios en el Senado se preparan para el periodo ordinario que comienza en febrero y en sus reuniones plenarias discutirán la posibilidad de darle un empujón al decálogo de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto, presentado al Congreso tras los hechos de violencia en Iguala a finales de septiembre de 2014, la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, nos dicen.

Será en estas reuniones plenarias de los senadores del PRI, PAN y PRD donde se perfilen los grandes acuerdos para hacer que transite la iniciativa del Ejecutivo en materia de seguridad pública y justicia, que se atascó por la divergencia de posiciones de las bancadas, en particular respecto de dar al gobierno federal el poder de desaparecer ayuntamientos bajo sospecha de estar coludidos con el crimen organizado, nos comentan.

De esta forma, nos hacen notar, la víspera del próximo periodo de sesiones del primero de febrero, el priista Emilio Gamboa, el panista Jorge Luis Preciado y el perredista Miguel Barbosa podrán aterrizar con sus grupos los elementos para aproximar sus posiciones y buscar el rescate de parte del decálogo de Peña Nieto.

Lo cierto, hasta el momento, es que los coordinadores parlamentarios tienen la certeza de que el proyecto original se llenará de cambios, o como dicen en los discursos políticamente correctos, la propuesta será "enriquecida".

Pero de que ahora sí sale, sale, nos dicen.

cg