Vive Guerrero otra jornada violenta
La sede del Palacio de Gobierno de Guerrero quedó con severos daños luego de que estudiantes normalistas, padres de familia y profesores le prendieron fuego a las instalaciones. Los manifestantes demandan la presentación de 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa.. (Foto: JORGE SERRATOS. EL UNIVERASAL )
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Chilpancingo, Gro.— La jornada fue larga y violenta. En diferentes momentos, estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre, respaldados por maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) realizaron quemas, pintas y destrozos en edificios públicos; el más afectado fue el Palacio de Gobierno, cuyos trabajadores permanecieron retenidos por más de cinco horas.
No hubo lesionados, y los daños ocasionados aún están pendientes de cuantificarse, dijo el secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, quien anunció que hoy llegará a Chilpancingo un “número importante” de policías estatales del sector antimotín, para reforzar la seguridad.
Mientras, peritos de la Fiscalía General del Estado, acompañados de notarios del gobierno estatal evalúan los daños. De los seis edificios que conforman el sector central del gobierno estatal, que llevan el nombre de cada una de las regiones de Guerrero: Montaña, Acapulco, Costa Grande, Costa Chica, Norte y Tierra Caliente, éste último fue el más afectado, en donde todavía a las 21:20 horas cuando inició la conferencia de prensa, bomberos y personal de Protección Civil removía escombros.
Durante la toma del Palacio de Gobierno que duró desde las 11:00 hasta las 17:05 horas, había tres mil 800 trabajadores de la sede y 600 personas que realizaban trámites.
Estallan contra el gobierno. Las protestas comenzaron en el Congreso local, cuando maestros de la CETEG, alrededor del mediodía, mientras se desarrollaban sesiones en la sede legislativa, intentaron entrar al edificio.
Decenas de policías antimotines del estado los esperaban en la explanada; los dos grupos se lanzaron piedras y de la sede sobresalía el humo de dos mantas y documentos que los maestros disidentes habían quemado.
Los profesores, cubiertos del rostro y con los fierros de una carpa que estaba en la explanada, golpearon los escudos de los policías estatales. Con su camioneta derribaron la puerta principal. El humo negro del fuego que prendieron los cetegistas se confundió con el blanco que salía de los extintores que accionaron los policías.
La gresca no duró más que unos diez minutos, y luego los cetegistas protestaron en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), a la que acusan de no hacer nada para resolver el caso.
En la sede del Palacio Legislativo los cetegistas lanzaron su coraje contra los policías antimotines, mientras los diputados instalaban la Comisión de Seguimiento del Caso Iguala, aunque al final salieron por una puerta secreta.
De forma casi simultánea, alrededor de las 11:15 horas, estudiantes de Ayotzinapa y padres de familia de los desaparecidos, apoyados de carritos de un supermercado, bloquearon los tres accesos al Palacio de Gobierno.
Protestan con fuego. Las consignas no pararon; los ocho autobuses en los que llegaron los papás y normalistas cubiertos en todo momento del rostro, estuvieron estacionados en el Palacio hasta las 18:06 horas, cuando se fueron después de realizar destrozos.
Alrededor de dos mil 500 trabajadores permanecieron retenidos hasta las 14:45 horas, cuando ante la presencia del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, los normalistas dejaron salir de la sede a mujeres embarazadas, niños, personas discapacitadas y mujeres trabajadoras en general; los hombres permanecieron retenidos hasta las 17:00 horas.
Todo parecía tranquilizarse. Los normalistas y papás estaban alrededor del Palacio de Gobierno, que alberga la mayor parte de las oficinas del sector central, como la Secretaría General de Gobierno, la Secretaría de Finanzas, la oficina particular del gobernador; sin embargo, alrededor de las 17:05 horas los hombres que permanecían retenidos intentaron salir y se pelearon con piedras y palos con los normalistas.
Los estudiantes, ante la presencia de policías antimotines y ya sin trabajadores dentro de la sede, lanzaron piedras a los uniformados y quemaron una camioneta de la empresa Bimbo que estaba estacionada frente al Tecnológico de Estudios Superiores de Chilpancingo, mientras grupos de normalistas lanzaban artefactos explosivos y rompían vidrios de los siete edificios que conforman la sede.
El edificio Tierra Caliente, que alberga entre otros al Archivo General del Estado, y el periódico oficial quedaron prácticamente hechos un esqueleto a causa de los cohetones y vidrios rotos lanzados por los normalistas.
Los policías se replegaron y un helicóptero de la Fiscalía General del Estado sobrevoló el área donde bomberos del estado y elementos de Protección Civil tardaban en apagar el fuego.
Poco más de una hora después, los maestros disidentes, que mantienen su “plantón” en la plancha del Zócalo, realizaron destrozos en el Palacio Municipal, accionaron un artefacto explosivo y quemaron parte de los archivos del Registro Civil y de la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, llamó a los normalistas a la paz y que no se pierda de vista que el objetivo primordial de la sociedad es encontrar a los estudiantes que se encuentran desaparecidos.