En la forma y fondo, el discurso de Luis Donaldo Colosio del 6 de marzo de 1994, es el resultado del trabajo de un equipo de colaboradores del político, que al incluir la frase “Yo veo un México…”, evocó el célebre mensaje de Martin Luther King, de “Yo tengo un sueño”, pronunciado 20 años antes, en las movilizaciones contra la discriminación racial en Estados Unidos. Colosio combinó el aporte de su equipo de escritores formado por Cesáreo Morales, Samuel Palma y Javier Treviño.

Además, Colosio entablaba contactos con intelectuales, líderes sociales, empresariales y religiosos, para tomar notas que le sirvieran para sus discursos. Todavía sobre el texto final, corregía, agregaba, y ponía marcas con tinta sepia.

La estructura del discurso “Yo veo un México”, fue dictada por Colosio, y tenía cuatro partes, dice Treviño: la visión que tenía del nuevo PRI; el diagnóstico de los problemas nacionales; la propuesta ante los retos, y el llamado a entrar con fuerza a ganar la presidencia. El fraseo del México “con hambre y sed de justicia”, corresponde al diagnóstico, y las propuestas están planteadas con la expresión de “es la hora de” un nuevo impulso económico, convertir la estabilidad económica en mejores ingresos para el obrero, campesino, ganadero, comerciante, empleado, oficinista, artesano, intelectual, maestro.

Colosio tenía un “cuarto de guerra” donde analizaban la estrategia. En esas reuniones él se despojaba de la jerarquía, era autocrítico, anti protocolario y privilegiaba la argumentación y el análisis, dice Palma, y cuando le hablaban sobre su candidatura sólo contestaba: “Estemos atentos”.