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Chilpancingo, Gro.— Alrededor de dos mil elementos de la Policía Federal con equipo antimotines —entre ellos dos unidades hidrantes— arribaron a esta capital desde las primeras horas del miércoles, para reforzar las tareas de seguridad que realizan las otras corporaciones policiacas desplegadas en la zona.

Los elementos, que llegaron durante la madrugada, de inmediato se concentraron en la pista del helipuerto y comenzaron a realizar prácticas de entrenamiento.

De manera oficial, ninguna autoridad explicó la presencia de más elementos federales, así como del equipo antimotín enviado al estado, justo el día en que se cumplieron dos meses de que un grupo de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, fueron atacados con armas de fuego por policías municipales y, posteriormente, 43 de ellos fueron víctimas de desaparición forzada.

Sin embargo, el incremento de la fuerza policiaca y sobre todo el tipo de equipo con el que llegaron molestó a los padres de familia de los normalistas desaparecidos, quienes consideraron que es una forma de presionarlos para que cesen en sus movilizaciones y su demanda de justicia.

Felipe de la Cruz, representante de los padres, criticó el visible despliegue de fuerzas de seguridad ayer en el helipuerto. “Hablamos por teléfono con el subsecretario de Gobernación (Luis Enrique) Miranda, y le dijimos que si esa era la respuesta para nosotros, está equivocado; vamos a estar aquí el tiempo que sea necesario”.

Detalló que el servidor público rechazó que existiera una intención negativa en el envío de refuerzos. “Él nos pidió cordura y aseguró que la policía no se iba a mover de donde estaba”.

Más elementos de apoyo

Las unidades hidrantes no fueron utilizadas ni salieron del helipuerto; pero sí fueron abastecidas con agua para lanzar chorros a alta presión. Estas unidades han sido utilizadas por la Policía Federal, ya que sirven para dispersar a personas que realizan plantones o protestas.

Durante 2013, en las movilizaciones por la reforma educativa, la Policía Federal encabezada por el comandante Espartaco, liberó la Autopista del Sol que fue bloqueada por maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), con un saldo blanco.

Ayer la misma autopista fue bloqueada durante siete horas para exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes, y las autoridades cumplieron con el compromiso de no utilizar el equipo antimotines para dispersar la protesta que se desarrolló de forma pacífica, sin que se reportaran incidentes.

Los elementos federales se mantuvieron dentro del helipuerto de la corporación. Antes del mediodía, unos 500 policías se formaron para comenzar las prácticas con las unidades hidrantes, ataviados con sus cascos y escudos. También se observaron decenas de patrullas y ambulancias de la corporación.

Autoridades de la Policía Federal explicaron que los elementos que arribaron ayer a la entidad apoyarán en el resguardo de instalaciones tanto estatales como federales, así como en casetas y zonas donde se pueden presentar agresiones de grupos vandálicos que intenten aprovechar las protestas legítimas por los 43 estudiantes desaparecidos.

Detallaron que el personal se suma a los más de 3 mil 700 elementos que permanecen en el municipio de Iguala; así como en 13 municipios más donde la dependencia asumió la seguridad desde octubre pasado.

Las autoridades consultadas indicaron que los elementos tienen la orden de evitar enfrentamientos con los manifestantes, por lo que sólo contendrán las manifestaciones, en caso de que éstas se salgan de control.

El despliegue cuenta con la participación de elementos de distintas divisiones, principalmente personal operativo, quienes realizarán labores de vigilancia y resguardo.

Con la llegada de estos elementos suman más 5 mil policías federales que se encuentran en el estado, incluyendo a la Gendarmería; los elementos mencionaron que tienen la orden de permanecer por lo menos hasta el próximo año, y hasta que se creen nuevos cuerpos de seguridad municipales.