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Chilpancingo, Gro.— Maestros, estudiantes y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada, realizaron un bloqueo de casi siete horas en la Autopista del Sol al cumplirse dos meses de la agresión contra los estudiantes.

El bloqueo —en el Parador del Marqués— forma parte de las acciones para exigir al gobierno federal y estatal la localización con vida de los estudiantes, agredidos por policías municipales de Iguala y Cocula, y presuntamente entregados a la organización criminal de Guerreros Unidos, el pasado 26 de septiembre.

A bordo de autobuses, los maestros de la CETEG atravesaron las unidades en ambos sentidos de la autopista, lo que impidió el paso a los automovilistas o camiones de carga, sólo las ambulancias y personas enfermas pudieron circular por la vía que atraviesa la capital del estado.

Antes, los padres de los 43 normalistas suspendieron el encuentro con autoridades de PGR y la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) como parte de los trabajos de la Comisión Mixta de Información para el caso Iguala.

La reunión estaba programada para ayer en el helipuerto de esta capital, en el cual se registró la presencia de más de dos mil policías federales con equipo antimotines.

Felipe de la Cruz, representante de los padres, comentó que la decisión de suspender el encuentro se acordó porque el gobierno federal no ha tomado “con la seriedad necesaria” el tema.

“Desde la reunión con el Presidente, le pedimos que la Comisión Mixta esté integrada por el subsecretario de Gobierno de Gobernación, Luis Enrique Miranda; Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), y el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido”, explicó.

“Si no vienen ellos, no tiene caso reunirnos porque no tienen la capacidad de respuesta a lo que queremos”, expuso.

Sube tensión entre grupos

Durante el bloqueo que encabezaron los padres de familia de los normalistas, casi a las 13:00 horas se avecinaba una ruptura, cuando los maestros de la región de La Montaña amagaron con irse y realizar una acción paralela.

Mario González, padre de un estudiante desaparecido, suplicó para que se quedaran y lucharan no sólo por los 43 desaparecidos, sino para que no haya más muertes en Guerrero.

“No se vayan, no nos dejen solos de verdad, como padre se los suplico, no sólo peleamos por los 43, sino porque no haya más estudiantes muertos; se los suplico, quieren que me arrodille, me arrodillo, porque tengo un dolor muy grande y espero que no lo sufra ninguno de ustedes. Estamos aquí marchando y marchando para limpiar Guerrero”, pidió el padre de César Manuel.

Los ánimos “se calentaron”, los maestros pidieron hablar con el señor González y, finalmente, decidieron quedarse en la vanguardia del contingente, al darse cuenta de que, al parecer, todo se trataba de una confusión, pues supuestamente ellos no pretendieron abandonar la protesta, y su actuar se malinterpretó.

De acuerdo con Saturnino García, de la comisión política de la CETEG, los maestros de la región de La Montaña no intentaron retirarse, sino que marcharon al frente en espera de que se presentaran los antimotines de la Policía Federal para desalojarlos.

Tras cumplirse las siete horas de bloqueo en la autopista, los maestros regresaron a su campamento, mientras que un grupo de padres de familia viajó a Tierra Colorada para participar en una marcha; otros viajaron a Iguala donde colocaron una ofrenda floral, mientras que otro grupo también marchó en Tixtla.

En su retirada lanzaron la arenga que se ha convertido en un clamor nacional: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.